Las víctimas de Tamaulipas eran inmigrantes sin papeles
El hallazgo en el Estado mexicano de Tamaulipas de 72 cadáveres de inmigrantes en situación irregular, procedentes de Centro y Sudamérica y que tenían como destino EEUU, ha puesto de manifiesto las nuevas técnicas de abastecimiento y reclutamiento de voluntarios que ponen en práctica las bandas organizadas. Según el único superviviente, el cártel de Los Zetas, uno de los más violentos, ejecutó a las 72 personas que no quisieron pertenecer a su organización.
Gara, , 27-08-2010Los cuerpos de las 72 personas encontradas el martes en una fosa en el municipio de San Fernando, en Tamaulipas (México), pertenecen a inmigrantes en situación irregular procedentes, al parecer, del centro y del sur del continente y que pretendían cruzar la frontera hacia EEUU.
Gracias al testimonio del único sobreviviente de la masacre, el ecuatoriano Luis Freddy Lala Pomavilla, que logró escapar herido del rancho donde fueron ejecutados el resto de sus compañeros de viaje tras simular estar muerto, se supo que los criminales pertenecían al cártel de Los Zetas, pues se identificaron como tales. Según explicó el joven, los agresores mataron a los inmigrantes, a los que previamente habían secuestrado, por no haberles entregado el dinero exigido a cambio de su liberación y por negarse, además, a formar parte de la banda.
Tras el hallazgo de los cuerpos y el testimonio de Lala, en calidad de testigo protegido, el portavoz del Gobierno en materia de Seguridad, Alejandro Poiré, declaró que esta matanza masiva de inmigrantes «sin papeles» de diversas nacionalidades El Salvador, Honduras, Ecuador y Brasil, entre otras, «ocurre en el contexto de una lucha sumamente violenta entre los cárteles del Golfo y Los Zetas, que antes actuaban de forma coordi- nada pero cuya lucha entre ambos desatada a finales del año pasado ha traído consigo un incremento de violencia en el noreste del país». Agregó que este fenómeno se debe, además, a la pugna entre los diferentes cárteles por el control de las plazas en el territorio nacional.
Poiré añadió también que es habitual el secuestro y extorsión de personas en situación y regular procedentes de Centro y Sudamérica por parte de organizaciones criminales, así como el intento de reclutamiento para que formen parte de sus bandas. Puntualizó que el hecho de que la delincuencia organizada recurra a la extorsión y al secuestro como mecanismo de financiación sugiere que algunas de estas bandas están enfrentando una situación muy adversa para abastecerse de recursos y reclutar voluntarios.
Pese a que no son comunes, han aumentado las informaciones de secuestros masivos de inmigrantes que nada tienen que ver con los narcotraficantes, que se aventuran a pasar por México para llegar a EEUU, y quienes finalmente son víctimas de extorsión, violencia y robo por parte de las bandas organizadas.
En números, según la Comisión Nacional de Derechos Humanos del país, los grupos criminales secuestraron a 9.758 inmigrantes tan solo de setiembre de 2008 a febrero de 2009. Al año, medio millón de inmigrantes ilegales cruzan la frontera de México para llegar a EEUU.
Los Zetas
El cártel de Los Zetas ha sido identificado como una de la organizaciones más violentas que operan en 17 entidades federales del Estado mexicano. Se les ha involucrado en delitos tales como tráfico de drogas, secuestro, extorsión de comerciantes, empresarios y «sin papeles», así como de la producción y distribución de música y vídeos piratas.
Uno de los principales bastiones de Los Zetas es Tamaulipas, donde buscan arrebatar al cártel del Golfo el control de la zona fronteriza con EEUU.
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