Existen denuncias de algunos indocumentados que han logrado escapar de sus cautiverios de que son utilizados en distintas labores vinculadas a la delincuencia organizada bajo la amenaza de muerte y fuertes castigos. La matanza revelada ayer de 72 indocumentados es la mayor que ha registrado México en un solo sitio. La anterior matanza, aunque sólo de mexicanos, fue la de 55 personas encontrada en una mina abandonada de Taxco, en el sureño estado Guerrero, en junio pasado. Ante el cariz que están tomando los acontecimientos, Estados Unidos, país destinatario de esta corriente migratoria ofreció ayer su disposición a cooperar con las autoridades mexicanas en la investigación del “abyecto” asesinato de 72 migrantes en el norteño estado de Tamaulipas presuntamente a manos del grupo “Los Zetas”, aunque indicó que por el momento no había recibido ninguna petición especial en este sentido. “Cooperaremos totalmente de cualquier manera que podamos para apoyar a México en su investigación de este crimen”, dijo Philip Crowley.