La violencia en México se supera a sí misma. La Marina descubrió ayer los cadáveres de 72 personas en un rancho de las inmediaciones de San Fernando (Tamaulipas), en la mayor matanza atribuida al crimen organizado de la que se tiene noticia. Las víctimas (58 hombres y 14 mujeres) habían sido ejecutadas en los últimos tres días, como máximo.
Según un agente mexicano, un testigo le ha dicho a la policía que los 72 muertos eran inmigrantes que habían sido secuestrados por un grupo armado y llevados al rancho en San Fernando, ciudad al sur de Brownsville, Texas. El testigo es a su vez un inmigrante que logró escapar y alertar a los militares que encontraron los cuerpos.
El macabro hallazgo se produjo cuando los militares repelieron una agresión de un grupo de presuntos sicarios. El personal de la Armada fue alertado por un hombre que, bañado en sangre, se presentó en un puesto de control en la carretera en busca de ayuda médica pues, dijo, había sido herido en un rancho próximo. Elementos de Infantería, con apoyo aéreo, localizaron y persiguieron a los criminales, que huían a bordo de varios vehículos. En el enfrentamiento murieron un soldado y tres pistoleros. También fue detenido un menor de edad.
Fusilamiento masivo
En un comunicado se detalla que los cuerpos fueron encontrados en el mismo lugar donde se presume que ocurrió la ejecución, por lo que se deduce que se produjo un “fusilamiento masivo” con armas de grueso calibre. La mayoría de los cadáveres presentaba el tiro de gracia y los cuerpos se mantenían intactos, por lo que se presume que no habían transcurrido más de tres días desde su muerte.
Un periodista de Radio Fórmula y un policía anónimo citado por la agencia AP sostienen que los ejecutados formaban parte de un grupo de inmigrantes ilegales que viajarían próximamente a Estados Unidos, apenas a 150 kilómetros de donde aparecieron sus cuerpos sin vida. El superviviente que dio aviso a las autoridades sería de origen ecuatoriano, y no se descarta que entre los muertos haya ciudadanos colombianos y de otras nacionalidades.
En el rancho, según el informe oficial, fueron encontradas 21 armas largas, 101 cargadores, 2 cintas eslabonadas de munición de calibre 50 milímetros, 6.649 cartuchos de diferentes calibres, 4 chalecos antibalas, uniformes de camuflaje, un casco y cuatro camionetas, una de las cuales portaba una matrícula falsa de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En julio último, 51 cadáveres fueron encontrados en nueve “narcofosas” localizadas en un terreno conocido como Hacienda Calderón, en el municipio de Juárez (Nuevo León). Un mes antes, en el respiradero de la mina “La Concha”, en Taxco de Alarcón (Guerrero), fueron recuperados 55 cuerpos, víctimas de la lucha entre cárteles que se ha cobrado ya más de 28.000 vidas desde diciembre de 2006, cuando Felipe Calderón asumió la presidencia de la república.