«No estudié para ser mozo de almacén»
La Verdad, , 26-08-2010Varias personas guardan cola en una de las oficinas de empleo de Murcia, en una fotografía de archivo. :: EDU BOTELLA/ AGM
En la oficina del Servicio de Formación y Empleo del barrio murciano de La Flota, decenas de personas acuden, diariamente, a sellar su cartilla y consultar las últimas ofertas laborales. ‘Se necesita cocinera en Murcia’, ‘comercial de maquinaria agrícola en Molina de Segura’ o ‘encargado de un bar en San Javier’ son las cinco primeras ofertas que aparecen publicadas. Hasta 140, son de categoría similar, salvo en el sector profesional de docencia e investigación en el que aparecen cinco puestos de profesor en distintos ámbitos, aunque todos ellos con un contrato temporal.
El resto de empleos no requieren de licenciatura, diplomatura o de un nivel medio alto de preparación académica. La sensación de malestar es común entre los desempleados que ayer se daban cita en la oficina de empleo público. «Se lanzan pocas ofertas y las que proponen no se ajustan al perfil del demandante. Ahora nos rebajan el plazo de 100 días a 30 para decidir si un empleo debo o no aceptarlo. Y si me paso un día me quitan la prestación», se queja un parado.
Un desempleado tiene la obligación de buscar trabajo desde el primer día que se queda sin empleo. Eso es al menos lo que debería suceder, pero no todos quieren volver al tajo a cualquier precio a pesar de que las buenas ofertas escasean. Muchos se han acomodado a esta situación y rechazan sistemáticamente cursos de formación y propuestas de empleo. A partir de ahora, ésta será una práctica más controlada y tras la medida anunciada por el Ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, algunos parados «se lo pensarán dos veces antes de perder el derecho a la prestación económica».
Helena tiene 38 años y es rusa. Acude a sellar la cartilla del paro y su caso es peculiar. Trabajaba en una empresa y recientemente se ha despedido de manera voluntaria porque quiere cobrar los dos meses de paro que le corresponden. «Me despedí el mes pasado porque quería pasar dos meses de vacaciones ‘pagadas’ por el año que he estado trabajando». Asegura que cuando se le acabe la prestación tomará cualquier cosa que le ofrezcan.
Un año en paro
Contraproducente
Tomás Pérez. Tiene 32 años. Trabajaba en el sector de la construcción y lleva un año en paro. Afirma que aceptar ofertas de empleo que no se ajusten al perfil del desempleado es contraproducente tanto para la empresa como para el trabajador. «Creo que aceptar un empleo de manera obligada a pesar de no estar preparado para desarrollarlo no es bueno para ninguna de las partes».
Una situación difícil
Lo que le ofrezcan
Elisa tiene 43 años. Es manipuladora de alimentos. Esta casada y tiene dos hijos de 14 y 20 años. A su marido le acaban de operar de una prótesis de la cadera y se encuentra en una situación complicada. Elisa ha echado todos los currículos que ha podido en las empresas pero nadie la llama. «Me da igual el puesto que me den, no me puedo permitir el lujo de ser selectiva ya que a mi edad las ofertas escasean aún más».
Inmigrantes, más difícil
La solución clandestina
Amir de 36 e Isama de 26 son un matrimonio marroquí y han venido a sellar la cartilla del paro. Ambos están desempleados y con mucho esfuerzo sacan a su hija adelante. Ellos no entienden de medidas del gobierno. Afirman que si ya es difícil la búsqueda de un empleo para un español, para los inmigrantes se trata de una empresa casi imposible. Su sustento se encuentra en los trabajos remunerados con dinero negro, sin contrato laboral. «Es la única manera de tirar para adelante. Si me ofrecieran un puesto no tardaría ni un segundo en aceptar, fuese donde fuese», asevera Amir.
24 años y una hija
No está cobrando nada
María de Mar tiene 24 años, trabajada de panadera hasta hace un mes. Viene al SEF acompañada de su hija. No está cobrando nada ahora mismo y ha decidido acudir a por algún tipo de ayuda y a sellar la cartilla. Desde que la despidieron se ha visto obligada a dejar su casa y a volver a la casa de sus padres con su madre y opina que las ofertas de trabajo son escasas y las condiciones son muy malas.
Licenciado en comunicación
Ha rechazado dos ofertas
Matías de 37 años trabajaba en el sector audiovisual y lleva un año y medio en el paro. Le han ofrecido dos empleos en todo este tiempo y los dos los ha rechazado porque aún cobra la prestación. «Quienes dirigen estas oficinas no tienen en cuenta que eres licenciado en comunicación audiovisual y no se preocupan en buscar algo relacionado con lo que sabes hacer».
(Puede haber caducado)