Obama accede a blindar la frontera

EEUU invierte 600 millones de dólares en una ley que prevé hasta aviones no pilotados

El País, RICARD GONZÁLEZ / Washington , 14-08-2010

Especial para EL MUNDO

El presidente de EEUU, Barack Obama, ha accedido finalmente a blindar la frontera con México y ayer firmó la ley que asigna 600 millones de dólares (470 millones de euros) extra a incrementar la seguridad fronteriza. La iniciativa salió adelante en el Congreso con el apoyo de ambos partidos, un hecho excepcional en la presente legislatura y que subraya la importancia que ha adquirido entre las preocupaciones de los votantes la seguridad en la zona.

Gracias a esta ley, las autoridades podrán contratar a unos 1.000 agentes encargados de patrullar la frontera, así como a otros 250 para la agencia de inmigración. La medida también permitirá financiar la compra de diversos artefactos de tecnología puntera como dos drones, aviones no tripulados con cámaras de alta definición similares a los que utiliza el Ejército de EEUU en Afganistán.

«Esta nueva ley también refuerza nuestra colaboración con México a la hora de combatir a las organizaciones criminales que operan a ambos lados de nuestra frontera», dijo el presidente en una declaración pública tras firmar la ley.

El presidente Obama compareció acompañado por la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, quien fue gobernadora de Arizona, estado que acaba de aprobar una draconiana ley contra la inmigración ilegal. Según Napolitano, el proceso de selección, formación y despliegue de los agentes a la frontera llevará unos ocho meses.

La titular de Interior quiso resaltar que a pesar de que parece que los 3.200 kilómetros de frontera entre ambos países son cada vez más porosos, la llegada de inmigrantes ilegales que cruzan a EEUU se ha reducido un 50%. Y señaló dos motivos: la crisis económica y los mayores recursos dedicados a intentar sellar la frontera.

Con el objetivo de aprobar la norma, el día anterior el Senado experimentó una insólita sesión. Para proceder a la votación sólo acudieron al hemiciclo dos senadores: los demócratas Ben Cardin, de Maryland, y Chuck Schumer, de Nueva York, principal patrocinador de la norma. Puesto que la Cámara Alta está en pleno receso y para evitar que los senadores se desplacen a Washington para un trámite de media hora, ambos partidos acordaron acogerse a una disposición del reglamento que permite ignorar el quórum mínimo cuando hay consenso.

Tras el trámite parlamentario, Schumer señaló que la nueva normativa debería facilitar la reforma integral de la ley de inmigración. «Tanto los demócratas moderados como los republicanos decían que no querían ni tan siquiera considerar la reforma integral hasta que no hiciéramos algo sobre la frontera», recordó en rueda de prensa.

No obstante, algunos senadores republicanos respondieron que si bien apoyan la medida, la consideran insuficiente ante la grave amenaza de las mafias del narcotráfico. A juicio de Jeff Sessions, republicano de mayor rango en el Comité de Justicia, la ley debe ir «acompañada por una acción fuerte y sostenida». La política migratoria viene siendo un punto de desencuentro entre republicanos y demócratas, algo que ayer quedó en evidencia cuando Napolitano recalcó que es «equivocada» la propuesta de algunos republicanos de reformar la Constitución para denegar la ciudadanía automática a los hijos de inmigrantes indocumentados.

Por eso el consenso ante la nueva ley ha sorprendido. También ha unido a ambos bandos políticos el hecho que vayan a ser algunas empresas que contratan a extranjeros las que la sufraguen. «En lugar de aumentar el déficit se financiará el presupuesto con un aumento de tasas de visados a las compañías que contratan extranjeros de forma contraria a la intención original del programa H-1B», explicó el citado senador de Nueva York.

Se trata de los visados H-1B y L1, cuyas tasas aumentarán al menos en 1.600 euros en los próximos cinco años. El aumento se aplicará a las empresas de más de 50 trabajadores cuya mano de obra extranjera represente la mayoría de su personal. Las empresas más afectadas por el plan son algunas compañías de tecnología indias que operan en EEUU, lo que ya ha provocado una protesta del Gobierno de aquel país. Desde el Senado han declarado que estas empresas serán sujeto del incremento porque actualmente sacan ventaja de una ley estadounidense para importar un alto porcentaje de sus trabajadores desde el exterior. Desde la India, el ministro de Industria, Anand Sharma, se quejó a su homólogo, Ron Kirk: «Aunque la necesidad del Gobierno de EEUU de fortalecer la seguridad de su frontera es entendible, es inexplicable que nuestras firmas carguen con el costo de una ley tan discriminatoria».

El programa de visados H-1B se creó en 1990 para facilitar la contratación de extranjeros altamente cualificados en sectores donde el mercado laboral era incapaz de suplir la demanda empresarial. Pero muchas compañías sólo se acogen al programa para reducir sus costes laborales.

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