Con argumentos como que «el catalán nos permite hacer amigos y ganar clientes», diversas asociaciones de inmigrantes catalanas han decidido organizar un acto en defensa de la Ley de Acogida del Gobierno catalán y en protesta por el recurso presentado por la defensora del Pueblo en funciones, María Luisa Cava de Llano.

La Asociación de Trabajadores Paquistaníes en Cataluña, la Federación de Entidades Latinoamericanas de Cataluña (Fedelatina) y la Asociación de Residentes Senegaleses explicaron ayer a Europa Press que convocarán un acto «en las próximas semanas» para expresar su rechazo a la iniciativa adoptada por la Defensora del Pueblo, que entienden que discrimina a los inmigrantes .

«Si todo el mundo habla catalán, ¿por qué nosotros no?», razona el presidente de la Asociación de Trabajadores Pakistaníes, Javed Ylas, que también reivindica el uso de la «lengua propia» de Cataluña, al igual que en Pakistán él habla la lengua de su territorio y no el urdu, que es oficial en todo el Estado.

Las asociaciones también acusan a la Defensora del Pueblo de «falta de respeto» a las entidades que participaron en la elaboración de la Ley, que fue aprobada el pasado 28 de abril en el Parlament.

Javier García Bonomi, presidente de Fedelatina, mostró su preocupación porque «no se esté respetando la voluntad de las entidades y del pueblo», y considera una «realidad objetiva» que el catalán es la lengua de preferencia en Cataluña.

La Ley de Acogida prevé que los inmigrantes obtengan un certificado oficial tras un curso de formación que incluye 135 horas de catalán y otras 30 horas sobre conocimientos de la sociedad e inserción laboral. En este sentido, el recurso de la Defensora del Pueblo cuestiona el artículo 9 de la normativa autonómica por convertir el catalán en la lengua vehicular para la acogida de la inmigración.

Para el presidente de la Asociación Catalana de Residentes Senegaleses, Mawa Ndiadi, «el recurso no es necesario y no responde a una demanda de los inmigrantes ».

Lo cierto es que, más allá del posicionamiento de estas asociaciones, al conocerse la interposición del recurso ya hubo alguna otra asociación, como la Federación Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados en España o la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España, que denunciaron que los inmigrantes deben conocer el castellano y, si residen en Cataluña, el catalán también, «pero esto no puede convertirse en un requisito o un impedimento para acceder a un puesto de trabajo».

Se da la circunstancia de que las asociaciones catalanas firmaron el Pacto Nacional por la Inmigración catalán, y están vinculadas a la Plataforma per la Llengua, que organiza actos de difusión y apoyo a la lengua catalana, como la exposición que montó con Fedelatina «El català? És chévere!» para acercar el uso de la lengua a la comunidad latinoamericana.

Fedelatina ha recibido cuantiosas subvenciones del Govern, como la de 181.210 euros en 2007 por programas de trabajo productivo; la Asociación de Trabajadores Pakistaníes recibió 17.000 euros el año pasado por proyectos de integración social de personas inmigradas, y la Asociación Catalana de Residentes Senegaleses, 6.400 euros. Las asociaciones también apoyaron activamente la manifestación en defensa del Estatut del 10 de julio.