FABRICE RANDOUX / París France-Presse / EL MUNDO
París no acepta «ninguna lección»
El Gobierno francés responde a las críticas por la deportación de gitanos
El Mundo, , 21-08-2010El Gobierno francés, criticado por su política de expulsión de los gitanos, aseguró ayer que no tiene «ninguna lección» que recibir, mientras un nuevo avión con unos 130 deportados llegaba a Timisoara procedente del aeropuerto parisino de Roissy, donde los rumanos se cubrían el rostro y rechazaban hablar con los periodistas.
El ministro galo de Inmigración, Eric Besson, había anunciado con anterioridad que 139 personas abandonarían ayer el país, después de que el jueves otros 86 llegaron a Bucarest. Son las primeras deportaciones después de que el presidente Nicolas Sarkozy anunciara una vuelta de tuerca en la cuestión gitana, prometiendo medidas de seguridad más duras contra los miembros de esa comunidad, que llevan meses siendo deportados a Rumanía.
«Francia es el país europeo más respetuoso en materia de derechos de los inmigrantes irregulares. O, siendo más modestos, uno de los más respetuosos, así que no tenemos que recibir ninguna lección», aseguró Besson. El ministro precisó que, antes de que acabe agosto, «cerca de 850» gitanos serán repatriados. Según el Gobierno, las expulsiones no son sino una aceleración en un proceso que lleva meses cumpliéndose, ya que más de 25 vuelos de este tipo se han realizado en 2010.
Las autoridades estiman que la comunidad gitana alcanza los 15.000 miembros en Francia y se aloja principalmente en campamentos ilegales. La ministra de Familia, Nadine Morano, acusó a esta minoría de explotar a los menores como mendigos en las calles, lo que llevó al diputado socialista Arnaud Montebourg a denunciar «una especie de racismo oficial» por parte del Gobierno.
«Tengo la sensación de que se está estigmatizando un grupo en su conjunto, y eso es contrario a la tradición francesa de respeto de los derechos humanos. Todo esto da una mala imagen de nuestro país», dijo por su parte a Le Parisien el secretario de Estado de Solidaridad, Valentin Mocanu, encargado del Gobierno galo para afrontar la cuestión gitana.
Las iniciativas del Gobierno Sarkozy no son bien recibidas en Rumanía. La prensa del ex país comunista denuncia la «hipocresía» de Francia. Sin embargo, París y Bucarest se ponen de acuerdo a la hora de pedir a la Unión Europea que tome cartas en el asunto. El ministro francés del Interior, Brice Hortefeux, espera que la Comisión «demuestre todo su valor añadido en el acceso de los gitanos a la educación, al empleo y a la vivienda», mientras que el presidente rumano, Traian Basescu, reclama a Bruselas un «programa europeo de integración».
Sin embargo, las autoridades comunitarias aseguran que Bucarest no presenta ningún proyecto concreto para mejorar la situación de la mencionada minoría, pese a que existe la posibilidad de acceder a grandes ayudas de la UE en este apartado. En Rumanía viven entre 530.000 y 2,5 millones de gitanos, que pese a las mejoras de los últimos años siguen sufriendo discriminaciones en el mercado laboral y en el acceso a la vivienda.
Francia no es el único país que está expulsando a miembros de esta comunidad, pero Sarkozy, además de vincular la cuestión de la inmigración con la cuestión de la seguridad, también ha decidido publicitar en los medios de comunicación la acción de su Gobierno. Una actitud que, según los críticos, fomenta la xenofobia.
Las cifras de la deportación
>225. Es el número de gitanos repatriados a Rumanía hasta el momento por el Gobierno francés: 139 llegaron ayer a Timisoara, otros 86 el jueves pasado a Bucarest.
>850. El total de personas que París quiere deportar antes de que acabe agosto.
>10.000. Son los gitanos que en 2009 aceptaron voluntariamente abandonar el territorio francés, el 20% más que el año anterior. Unos 5.000 fueron repatriados de enero a junio de 2010.
>15.000. El número de gitanos que viven en Francia.
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