Entre 40 y 49 años, en situación de desempleo y extranjero. Este es el perfil que presenta la persona que acude a los centros de mayores de Marbella y San Pedro Alcántara una vez al día para satisfacer de forma gratuita una necesidad tan básica como es la alimentación y que en la mayoría de los casos no puede afrontar por falta de recursos.

El Ayuntamiento de Marbella presta este servicio no sólo a las personas mayores, como pudiera parecer en un principio, sino incluso a los más pequeños de la casa cuyas familias atraviesan una etapa más que delicada. Eso sí, la distribución de edad de 0 a 19 años sólo representa el cinco por ciento del total de la población que demanda estos alimentos; nada comparable con el 33 por ciento de la franja de entre 40 y 49, según los últimos datos disponibles de la Delegación de Bienestar Social. Desde que arrancó el año hicieron uso de manera gratuita del comedor 132 personas, para quienes el Ayuntamiento dispensó un total de 592 vales canjeables por esos alimentos.

Acuerdo con Cáritas

Como consecuencia de la crisis económica y el incremento de peticiones de comida, el equipo de gobierno tomó la decisión a dar respuesta a estas personas necesitadas. Fue entonces cuando el Ayuntamiento, explicó el delegado del ramo, Manuel Cardeña, articuló una colaboración a principios de año con la ONG Cáritas para dispensar los alimentos en los centros sociales habilitados y siempre a través de un informe elaborado por un trabajador social.

Sin embargo, pasado un tiempo desde la puesta en marcha de este proyecto, Bienestar Social ha podido constatar, tal y como se recoge en el informe que le ha remitido Cáritas al respecto, que los mayores de 60 años sólo representan el once por ciento del total, franja superada por la referida entre 40 y 49, por la de entre 30 y 39 (31 por ciento) y por la de entre 50 y 59 años (14). En el caso de los jóvenes de entre 20 y 29 años, sólo un seis por ciento acudió a estos centros para alimentarse.

Pero ahí más. El análisis descriptivo de Cáritas pone el acento en que un 32 por ciento de las personas que han requerido este recurso son españoles. En consecuencia, el 68 por ciento son extranjeros. Cardeña valoró que estos datos demuestran que, sin restar fuerza a la influencia de la crisis, el Ayuntamiento está dando de comer a mucha gente de está de paso por Marbella, «dadas las características propias de la ciudad», y que por su situación de desempleada busca un puesto de trabajo.

Los mayores, un ejemplo

«No son usuarios cíclicos de este tipo de servicios», admitió Cardeña. En cualquier caso, el concejal de Bienestar Social consideró que los mayores son un ejemplo en este sentido por su disponibilidad a la hora de ayudar a los extranjeros que no tienen dónde comer. En cuanto a los foráneos, son los ecuatorianos (18 por ciento) y los rumanos (17 por ciento) quienes más se acercan a estos centros en busca de alimentos. Eso sí, Cardeña avanzó que el proyecto en marcha va más allá de la alimentación y que, a través de él, los responsables de recursos sociales acostumbran a hacer un seguimiento de estas personas por si detrás existe un problema más grave que requiera otro tipo de asistencia por parte del Ayuntamiento o incluso otra administración con más grado de competencias.