El padre Arthur Hervet, de una de las parroquias de la ciudad de Lille (norte de Francia), ha reconocido hoy que reza para que el presidente del país, Nicolas Sarkozy, tenga una crisis cardiaca que le impida seguir adelante con su plan para expulsar a los gitanos rumanos y búlgaros a sus respectivos países.

“Rezo, os pido perdón, para que el señor Sarkozy tenga una crisis cardiaca”, ha afirmado hoy el sacerdote, de 71 años, tras oficiar la habitual misa dominical. “No sé qué más hacer” para frenar esta “guerra”, ha añadido el padre Hervet, muy conocido en la zona por su apoyo a la comunidad gitana, para la que ha recaudado fondos con los que adquirir tiendas de campaña, alimentos o ropa.

Para expresar su protesta, el sacerdote ha decidido también devolver al Gobierno francés una medalla al mérito con la que había sido condecorado y se ha dirigido al ministro del Interior, Brice Hortefeux, para reprocharle el hecho de que no conozca la “deplorable” situación en la que viven los gitanos que se instalan en Francia.