La prostitución, con 15 millones de clientes en España, es el segundo negocio más rentable

Entre las armas y las drogas

La Vanguardia, , 20-08-2010

JAVIER RICOU – Lleida

LOS CLIENTES Quince millones de hombres contratan los servicios de prostitutas cada año

LOS PROXENETAS Buscan a jóvenes de bajo nivel educativo y con problemas económicos
Sólo el tráfico de armas supera, en beneficios, al negocio de la prostitución. La trata de mujeres para la explotación sexual resulta, por lo tanto, más rentable que el tráfico de drogas. En España se calcula que la prostitución mueve 18.000 millones de euros al año. Los clientes que requieren los servicios de esas mujeres (15 millones de varones, de entre 16 y 64 años) gastan, según datos recogidos en un estudio del Gobierno, 50 millones de euros al día. Con tanto cliente y dinero por ganar (un proxeneta puede llegar a ingresar más de cien mil euros al año por mujer), no extraña, indican fuentes policiales, que las mafias que trafican con esas mujeres las maltraten, extorsionen, compren y vendan como si fuesen esclavas.

El negocio es muy rentable. La operación de Sant Carles de la Ràpita es sólo un ejemplo más, añaden estas fuentes, de la creciente crueldad – que los clientes parecen no querer ver-empleada por los cada vez más adinerados proxenetas.

La prostitución en España, recuerdan estas mismas fuentes, ha dado un vuelco en las últimas dos décadas. Si a mediados de los ochenta la mayoría de las mujeres prostituidas eran españolas, ahora sólo el diez por ciento son nacionales y el resto han llegado de países extranjeros. Latinoamérica sigue siendo el origen de la mayoría de las prostitutas afincadas en España, según datos manejados por el Ministerio de Igualdad, pero desde hace poco menos de una década se han multiplicado las bandas que traen mujeres de países del Este. Las jóvenes rumanas y rusas podrían desbancar muy pronto, indican las mismas fuentes policiales, a las prostitutas brasileñas y colombianas, que durante años han sido mayoría en territorio español. Estas últimas suelen llegar a este país por el norte de Europa. Un estudio del Ministerio de Igualdad revela que la mayoría de las mujeres brasileñas que llegan a España para ejercer la prostitución aterrizan en París y desde ahí vuelan a aeropuertos como Madrid, Bilbao o Vigo. Así las bandas consiguen despistar y eludir los controles de la policía.

En el caso de las jóvenes procedentes de países del Este, el traslado desde Lituania, Rusia, Rumanía o Ucrania (los territorios más castigados por las bandas de proxenetas) se hace en autobús o furgonetas. Las mujeres atraviesan toda Europa para llegar a España.

El modus operandi de los proxenetas para captar en sus países de origen a esas jóvenes es idéntico a uno y otro lado del Atlántico. Buscan chicas de bajo nivel educativo, con problemas económicos y sin recursos para emigrar. La mayoría de esas mujeres, indican las mismas fuentes policiales, son engañadas con falsas promesas de trabajo que las sacarán de la miseria. Y eso se hace con anuncios en periódicos locales o a través de agencias de viajes. También se utiliza a mujeres que ya se dedican a la prostitución para captar a nuevas víctimas, a cambio de una comisión.

Una vez en España llegan las extorsiones. En el caso de las mujeres procedentes de Latinoamérica o países del Este, los proxenetas amenazan con hacer daño a los familiares de las jóvenes si ellas no se prostituyen. Pero hay otras técnicas, como las utilizadas con las mujeres subsaharianas (la mayoría son de Nigeria y empezaron a llegar a España hace poco más de una década), a las que se atemoriza con prácticas de vudú, que resultan muy efectivas, tal como ha podido constatar la policía en sus operaciones.

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