Michel nació el 7 de abril del 2010 en Barcelona, fruto de la relación de Jorge Guillermo Acosta y Jenny López, originarios de San Lorenzo y Salcedo, ciudades situadas en las provincias de Esmeraldas y Cotopaxi, respectivamente. La pareja no planificó la llegada de la niña, pero sucedió, dejando una esperanza abierta para que la tasa de natalidad entre ecuatorianos se recupere, tras la caída registrada en el 2009.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) consignó el advenimiento de 8.074 bebés de madres ecuatorianas el pasado año, 1.474 nacimientos menos de los 9.548 en el 2008.

Javier Pedreño, que fue uno de los fundadores de la Asociación de Ecuatorianos en Cataluña, organización de la que ya se encuentra desvinculado, dice que tal fenómeno tiene varias causas, aunque la relacionada con la crisis es la fundamental, la más importante.

“Nadie se plantea tener hijos cuando escasea el trabajo y los medios económicos. La gente está preocupada por el desempleo, porque no tiene dinero para pagar las hipotecas ni mandar remesas a su país”, explica al tiempo de agregar que “también hay ecuatorianas que se han nacionalizado y ya no constan como extranjeras, además de que otro porcentaje ha regresado a Ecuador”.

Según Pedreño, será muy difícil que se vuelva a producir otro “baby boom” ecuatoriano en España como el que se dio en el 2008.

A estas circunstancias hay que agregar que el gobierno de España, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, decidió suprimir el cheque bebé –que era una de las medidas sociales de la administración socialista, el cual dejará de pagarse el 31 de diciembre. El cheque bebé consiste en entregar 2.500 euros ($3.250) a cada niño que nace.

Acosta y López coincidieron al afirmar que es muy duro mantener un infante en España, especialmente en las condiciones económicas que imperan en la actualidad.

Asimismo, ambos reconocieron que será más complicado el asunto si recortan las ayudas sociales. “Yo vivía en Valencia, donde no encontraba empleo. Así que hace algo más de un año vine a Barcelona, donde hago trabajo doméstico”, dice Acosta. En cambio su mujer trabaja en el sector de la limpieza, donde los salarios son bajos.

No solo a ecuatorianos
El descenso de la natalidad no afecta solo a la población ecuatoriana, sino a España en todo su conjunto. La cifra de alumbramientos se frenó en el 2009 tras una década de continuo crecimiento, En concreto, el número de nacimientos descendió un 5% y la tasa de natalidad bajó hasta los 10,73 nacidos por cada mil habitantes, según cifras del INE.

Los nacimientos de madre de nacionalidad extranjera también disminuyeron (un 6,0%) y representaron el 20,6% total.

En el caso específico de los ecuatorianos, el pico máximo de la natalidad llegó en el 2008, con los 9.548 nacimientos. En cambio, en el 2007 y el 2006, las cifras fueron de 9.348 y 9.088, respectivamente. De tal forma, que lo sucedido el año anterior rompe la tendencia alcista registrada por el INE en los cuatro últimos años.