El problema de la venta irregular | Reunión entre administraciones
Los municipios arrancan al Govern una cumbre sobre el 'top manta'
La Generalitat toma la iniciativa presionada por los ayuntamientos y tras recibir críticas por inacción. Interior convoca a Comerç, Immigració, alcaldes y Delegación del Gobierno para buscar soluciones.
El Periodico, 18-08-2010Hace ya una semana que trascendió que Calafell y El Vendrell (Baix Penedès) habían decidido tolerar la actividad de los manteros acotándola en zonas alejadas del turismo y los comercios. Desde entonces, vendedores ambulantes, comerciantes, entidades municipalistas y hasta agrupaciones de manteros han coincidido en que esa solución es un parche mal aplicado por unos alcaldes desbordados pues lo procedente es que las administraciones superiores (Generalitat y Gobierno) pongan sobre la mesa medidas efectivas.
Fue ayer cuando, por fin, tras una llamada telefónica del presidente de la Federació de Municipis, Manuel Bustos, instándole a actuar, el conseller de Interior, Joan Saura decidió convocar una reunión de trabajo con los alcaldes, las áreas de Comercio e Immigració del Govern y la subdelegación del Gobierno en Tarragona. Saura, tras garantizar que los Mossos seguirán persiguiendo la venta de productos falsificados, calificó en un primer momento de «razonable» la decisión de El Vendrell y Calafell de tolerar el top manta en espacios alejados.
HUGUET NO SE DA POR ALUDIDO / Mientras Saura convocaba telefónicamente a los implicados en la reunión, el conseller responsable del área de Comerç, Josep Huguet, seguía ayer actuando en la Universitat Catalana d’Estiu de Prada de Conflent como si tal convocatoria no existiera y reclamando a todos, incluido el Govern del que forma parte, que «apechuguen con sus responsabilidades». Huguet describió el top manta como una actividad negativa para el turismo porque «da una sensación de economía sumergida y de país en vías de desarrollo», informa Albert Segura.
Respecto a la tardanza a la hora de tomar la iniciativa política, fuentes de Interior argumentaron ayer que Saura ha querido evitar la pelea pública. La conselleria añadió que la reunión, que tendrá lugar a principios de la próxima semana, tiene por objeto definir qué puede mejorar cada administración implicada en el fenómeno. Interior ya avanzó que «no hay soluciones mágicas».
En cualquier caso, los alcaldes afectados ya denunciaron públicamente que tanto los Mossos d’Esquadra, responsables de la seguridad ciudadana, como el Cuerpo Nacional de Policía, con competencias en extranjería, no se estaban implicando lo suficiente en esta lucha.
Fuentes de los Mossos rechazaron las acusaciones y explicaron que en localidades como El Vendrell, Calafell y Cambrils se han llevado a cabo cuatro dispositivos conjuntos con policías locales y nacionales contra los manteros. Esas fuentes destacaron las investigaciones sobre las redes de mercancías falsificadas y pusieron de ejemplo el arresto de seis personas y el desmantelamiento de una fábrica de Reus donde se fabricaban CD y DVD para los manteros.
REGULARIZACIÓN / La Confederació de Comerç ya reclamó la semana pasada la creación de una mesa de coordinación permanente, y no solo una reunión, entre los agentes implicados en perseguir el comercio ilegal. Immigració planteó al Gobierno que flexibilice el acceso de los manteros al permiso de trabajo por cuenta propia o que conceda un permiso extraordinario de trabajo. La secretaria de Estado de Inmigración, Anna Terrón, apuntó ayer en Catalunya Ràdio que debe estudiarse si los manteros en situación irregular pueden «estar aquí por la vía extraordinaria del arraigo» o si «son susceptibles de ser retornados a su país de origen».
También el alcalde de El Vendrell, Benet Jané (CiU), definió la complejidad del fenómeno: «Las ordenanzas de la venta ambulante están sobrepasadas por la situación, se hicieron pensando en el vendedor de melones, de colchones… no en esto. Nuestra competencia es regular la venta, no combatir la propiedad industrial ni aplicar la ley de extranjería». Así, mientras las medidas no lleguen, El Vendrell y Calafell seguiran tolerando, como mal menor, la presencia acotada de los manteros en sus calles.
(Puede haber caducado)