La lancha neumática tipo zodiac recuperada por la Guardia Civil entre el cabo Huertas y la playa de San Juan donde supuestamente desembarcaron al menos cuatro individuos de origen magrebí durante la madrugada del pasado domingo no es una patera, como se dijo en un principio, sino que fue robada unas horas antes de su hallazgo de unos amarres de la Albufereta, según informaron ayer fuentes de la investigación y confirmó después la subdelegada del Gobierno, Encarna Llinares.

Las fuerzas de seguridad ya han descartado esa posibilidad. Por lo tanto, son dos las pateras llegadas a las costas alicantinas durante la última semana y no tres, como informó este diario por error.

En la primera, que alcanzó el litoral entre El Campello y La Vila el miércoles, viajaban nueve indocumentados de nacionalidad argelina que fueron detenidos. Algunos de ellos lograron escapar en un primer momento confundidos entre los bañistas, pero todos fueron apresados finalmente.

Ese mismo día fueron rescatados por Salvamento Marítimo y la Guardia Civil dos inmigrantes en la franja de mar que discurre entre la isla de Tabarca y Santa Pola.

Su patera, en la que viajaban otros siete extranjeros, se había ido a pique, según declararon. El dispositivo montado para buscarles sirvió para localizar un cadáver al jueves siguiente.

Este fin de semana apareció un nuevo cadáver que podría pertenecer a esa embarcación.

Salvamento Marítimo ya abandonó la búsqueda activa de los fallecidos, pues no hay posibilidades de que queden supervivientes, pero ha alertado a las embarcaciones de recreo que frecuenten la zona por si avistasen un nuevo cuerpo.

La llegada de las dos últimas pateras, que no el robo de la zódiac, que se sigue investigando, se suma a los cinco cadáveres de inmigrantes africanos que ha ido escupiendo el mar en la provincia desde julio, procedentes, según todos los indicios, de otra patera naufragada.