LOS RETOS DE LA INMIGRACIÓN
La ONU reprende a Francia
"Falta voluntad política para afrontar el aumento de los actos racistas"
La Vanguardia, , 16-08-2010DAVID MARTÍNEZ – París. Servicio especial
EL INFORME DE LA ONU Ha sido elaborado por 18 expertos de Rusia, Togo, Argelia y Rumanía, entre otros
SEGÚN LOS REDACTORES Las expulsiones de gitanos en curso “son una clara incitación al odio”
¿Francia es un país racista?
Es una pregunta complicada de responder en un país con más de diez millones de franceses de origen extranjero y donde conviven millones de personas que profesan el culto musulmán, judío y católico, entre otros. Sin embargo, existen personas que forman parte de minorías, como los gitanos y nómadas de origen indio, que pueden ver peligrar sus derechos al ser expulsados del país. Eso es lo que afirman un grupo de 18 expertos internacionales de la ONU que han elaborado un informe preliminar sobre la situación social en Francia. Sus conclusiones se conocerán el 27 de agosto, pero sus críticas a la política represiva del presidente Nicolas Sarkozy para combatir la delincuencia en las calles ya han alegrado tanto a la izquierda comoa grupos humanitarios que piden que no se persigan a las personas por su origen.
Las decisiones internas de un país no cuentan sólo con el juicio de sus ciudadanos, sino que pueden trascender las fronteras para desvelar, en ocasiones, casos de injusticia social. Eso es lo que le ha ocurrido a Francia, país considerado cuna de la igualdad y el respeto de religiones entre ciudadanos sea cual sea su origen. En concreto, le ha ocurrido a Nicolas Sarkozy a propósito del anuncio de nuevas leyes más represivas. En su lujoso reposo del ChâteauFaraghi, un castillo propiedad de la familia de su esposa, Carla Bruni, donde veranean en la Costa Azul, Sarkozy ha recibido una seria reprimenda de la ONU. Los expertos – procedentes de Rusia, Togo, Argelia y Rumanía, entre otros-alertan en un informe preliminar de que la mano dura impuesta por Sarkozy no contribuye a reducir el racismo.
Las propuestas de desposeer de la ciudadanía a los jóvenes franceses delincuentes de origen extranjero (que no se adoptaba desde que la Francia ocupada retiró la nacionalidad a siete mil judíos) y la expulsión de familias de gitanos rumanos y búlgaros de campos ilegales han marcado la opinión de los expertos. “Francia adolece de falta de voluntad política para afrontar el aumento de los actos racistas”, aseguran los miembros del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU (CERD).
La política francesa suscribió en 1965 la convención internacional para eliminar cualquier forma de discriminación racial. Sin embargo, la posición de Francia respecto de esa convención “ha ufrido cambios”, según los expertos, desde que a finales de julio pasado Sarkozy anunciara la aprobación de leyes contra la delincuencia. “Esas leyes ponen en el punto de mira a los extranjeros y eso provocará la división social en lugar de la integración”, confirman. No sólo la retirada de la nacionalidad para los jóvenes delincuentes de origen extranjero divide la sociedad francesa, la futura ley para que los padres de menores que cometan un delito vayan dos años a prisión o el desalojo forzoso de 300 campamentos de nómadas provocan sospechas de “persecución hacia las minorías”.
Según relata Kokou Ewomsan, uno de los redactores del documento de la ONU, “Francia se enfrenta al recrudecimiento notable del racismo y la xenofobia contra minorías”. “Las expulsiones de gitanos son una clara incitación al odio”, afirma. Tampoco escapa de la denuncia de los expertos el hecho de que el Gobierno francés, que dirige el primer ministro conservador François Fillon, haya aprobado un “permiso de circulación”, una especie de visado que autoriza el desplazamiento en territorio francés y dictamina la pertenencia a un colectivo, para las 400.000 personas que viven en los campamentos como nómadas, en su mayoría franceses gitanos de Rumanía y Bulgaria. Este permiso de circulación nos recuerda a la época de Pétain (el régimen de la Francia colaboracionista)", explica el experto Waliakoye Saidou.
Los gitanos de Rumanía en Francia viven una situación de pobreza al margen del Estado y con sus propias costumbres. “Muchas de estas familias han tenido hijos y son franceses, entonces ¿cómo negarles la residencia en su país, serán apátridas?”, se pregunta el experto.
La expulsión de 700 personas, familias procedentes de estos campamentos, en vuelos exprés desde París en los próximos días, también sorprende a los expertos. “¿Cómo comprender que personas que son europeas vayan a ser extraditadas a países como Rumanía o Bulgaria que también pertenecen a la UE? No sabía que en Francia había ciudadanos de primera y de segunda clase”, se pregunta el experto argelino Nourredine Amir.
En referencia a la retirada de la nacionalidad francesa para los jóvenes delincuentes de origen extranjero, el experto turco Gun Kut declara: “No entiendo qué es un francés de origen extranjero, y me pregunto si esta definición es compatible con la Constitución”.