Una actividad irregular | el escenario
El alcalde se lía la manta
El Vendrell alarga con las zonas francas para manteros su retahíla de conflictos por la inmigración. La población ha vivido disturbios y ha prohibido el velo integral.
El Periodico, 13-08-2010A las 11 de la mañana de ayer no había ni un mantero en el paseo Marítim de Coma – ruga, uno de los barrios costeros de El Vendrell (Baix Penedès). También estaba completamente desierta la plaza de la Lluna, el lugar que el Ayuntamiento ha acotado para ellos y que ha desatado la indignación general por dar «cobertura legal a una ilegalidad», según los críticos. Quizá era demasiado temprano, aunque las playas ya empezaban a estar llenas. Por la tarde, con la puesta de sol, los manteros volvieron a salir como setas para buscarse la vida.
Estos manteros son los que le han puesto la guinda a un año muy complicado para el alcalde Benet Jané (CiU) en temas relacionados con la gestión de la inmigración. El caldo de cultivo que se ha ido cocinando en el municipio durante años parece que se ha desbordado con esta última polémica.
Gestión de la inmigración
Jané empezó el año con la batalla campal que enfrentó en febrero a un centenar de inmigrantes con los Mossos d’Esquadra. Seguidamente se unió con rapidez a Lleida en la prohibición del uso del burka. Y ahora, después de las persecuciones policiales del año pasado, Jané ha acotado la presencia de los manteros en el recinto de la plaza de la Lluna.
«Algo extraño se cuece en el Ayuntamiento El Vendrell» –reflexiona un comerciante del passeo Marítim– «cuando siempre somos noticia por cosas negativas». Jané gobierna en minoría en un municipio de 36.000 habitantes en el que el 17% son emigrantes extranjeros. El mayor colectivo entre ellos (casi la mitad de los poco más de 6.000 censados) son los africanos.
El Vendrell, además, es un foco al que acuden numerosos inmigrantes africanos afincados en otras poblaciones de la Costa Daurada. Muchos de ellos proceden de Salou, donde la buena entente entre la asociación de senegaleses y el Ayuntamiento ha rebajado la tensión.
Para gobernar, Jané llega a acuerdos puntuales con el PP y la xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC), aunque los grupos de lo oposición (PSC, ICV y ERC) han denunciado en diferentes ocasiones que CiU mantiene un pacto secreto con PxC. Esta formación dispone en el consistorio de El Vendrell de los cuatro únicos regidores que tiene en toda la provincia de Tarragona.
Su portavoz, August Armengol, ha protestado por la última medida de Jané, pero la única realidad es que desde hace casi un mes los más de 200 manteros que todos los días ocupaban el paseo Marítim de Coma – ruga, desde la plaza Germans Trias hasta Sant Salvador, están en un lugar más discreto.
«El año pasado perseguían a los vendedores de forma indiscriminada y ahora han llegado a un pacto con ellos», se queja el concejal socialista Josep Pascual. El PSC de El Vendrell, no obstante, critica con la boca pequeña porque sus vecinos de Calafell, donde gobiernan los socialistas, hacen lo mismo.
Solución a medias
Los vendedores ilegales no están contentos del todo, pero al mismo tiempo ya no tienen que estar pendiente de la policía. Los comerciantes, mientras, se alegran, en parte, porque ya no los tienen delante de sus establecimientos.
«Claro que prefiero que estén ahí fuera que robando dentro de nuestra tienda», dice Mouna, supervisora del establecimiento Bisumon. «Dan pena, sí, pero es un problema difícil», continúa explicando la responsable de esta tienda del paseo Marítim. «Me pongo en el lugar de mi jefe y pienso que debido a la crisis igual me podría despedir; yo también pago impuestos y soy una trabajadora más; y los manteros pasan hambre y tienen que mantener a su familia», argumenta.
El responsable del restaurante La Taberna del Passeig, situado en la plaza de la Lluna, afirma que no le molestan sus nuevos vecinos. En cambio, Juan Jesús Espina, presidente del Centre d’Iniciatives, afirma que «no se puede resolver un problema social con una ilegalidad municipal».
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