¿Qué mensaje va a trasladar a sus fieles en la festividad del Ramadán?

Reclamaré de los ricos, de los más pudientes, más sensibilidad hacia los pobres, que son muchos en esta comunidad.

¿Es un mensaje específico del periodo de ayuno o la crisis económica aboca a más familias a la precariedad?
El mes del Ramadán es el más grandioso de nuestra religión . Es la época de la purificación, de pedir perdón a nuestro Dios, a Alá el Altísimo, de hacer una conciliación con el prójimo y con uno mismo. Mi experiencia es que, tras el Ramadán, la gente cambia a mejor. Es un mes especial, donde hacemos provisión de fe para el año completo y en las mezquitas siempre lo aprovechamos para profundizar en mensajes de paz, respeto y humanidad hacia los necesitados.

¿Pero hay más necesitados que antes?
En los mandamientos de Alá hay una gran sabiduría para los creyentes cuando nos obliga al ayuno y a la abstención, porque sólo así, no comiendo, no bebiendo, podemos sentir el dolor de los pobres con el hambre y la sed. Sea o no tiempo de crisis. Ahora bien, los comedores de las mezquitas, que dan de comer a todos los necesitados, han tenido que doblar sus recursos para este Ramadán.

¿Difiere mucho el Ramadán de la Navidad cristiana?
Para nosotros es una fecha especial, nos sentimos pletóricos, felices… Adornamos nuestras casas, hacemos una mayor profesión de fe, de adoraciones, de oraciones. Nos sentimos más vinculados a nuestro prójimo y también nos felicitamos.

¿Le ha felicitado el Obispo de la Diócesis de Canarias?
Aprovecho esta entrevista para trasladar a todos los canarios nuestro mensaje de paz y felicidad. Desde mi corazón, quiero felicitar a todos los cristianos y cualquiera que viva en Canarias de la especial festividad de los musulmanes. Soy el presidente del Consejo Cultural Islámico de Imanes y Mezquitas de Canarias y en mis misivas, por supuesto, que me ha dirigido al obispo de Canarias y él a mí.

El Islam carece de una jerarquía clerical como en el Catolicismo, de forma que una persona con conocimientos religiosos puede ejercer de imán ante su comunidad.
Los imanes somos teólogos especialistas con titulación superior universitaria en Legislación Islámica. Ahora bien, por necesidades concretas, una persona con conocimientos del Corán puede asistir a una comunidad. No hay problema, pero las mezquitas suelen estar dirigidas por imanes.

¿Sigue deformada la visión occidental del Islam?
La visión la dan los medios y esos medios divulgan muy poco la realidad musulmana Se proyecta una imagen violenta que es incierta y que va contra los principios sagrados de nuestra religión.

¿Le duele la denominación terrorista islámico? Si ETA comete un atentado no decimos terroristas cristianos y cuando lo hacía el IRA tampoco decíamos terroristas católicos.
Es un debate ambiguo que roza el insulto y la blasfemia. El terrorismo no tiene encaje en nuestra religión porque el Corán es la palabra de Alá, no de los imanes o los musulmanes. Y es Alá, el Altísimo, el que ordena nuestros mandamientos. ¿Y cómo va a ordenar Alá matar inocentes? Sólo los ignorantes siguen los pasos de Satanás. Nuestra religión es Justicia, Misericordia e Igualdad.

¿Existe la Yihad en El Corán?
¿Qué entiende usted por Yihad?.

Guerra Santa.
¡Pues no! No es eso. Esa apreciación es un invento de la guerra de Bush y la guerra siempre es guerra. La verdadera Yihad es el derecho de los pueblos, de las comunidades y de las civilizaciones, a lo largo de los tiempos, para defenderse de un ataque. Lo dice Naciones Unidas y Alá proclama: ‘No combatirás a aquellos que no combatan contra ti’; ‘No combatirás con aquellos hasta que ellos no combatan contra ti o contra la Mezquita sagrada de La Meca.

¿Qué perfil rigorista profesa su comunidad?
La inmensa mayoría son suníes y, contados con los dedos de la mano, chiítas.

¿Existe un modelo de integración canario, adaptado a las costumbres isleñas, muy visibles ante la importancia económica del turismo?
Alá es el creador de toda la humanidad y su sabiduría infinita determina que exista una diversidad de creencias, religiones, educación, culturas… ¿Quiénes somos nosotros entonces para unirlas? La prosperidad y el desarrollo se basan en la compresión mutua y en la convivencia pacífica, pero alcanzar ese respeto exige entendernos y entendernos es la integración.

¿Hay espacio para un nuevo Islam, como hizo el Catolicismo con el Concilio Vaticano II?
Lo que no hay es espacio para un Islam light. El Islam es el Islam. El profeta Mohamed [Mahoma es una deformación] convivió con un vecino judío, al que visitaba. Pero una mañana, ese vecino empezó a dejar la basura en la casa del profeta. Y así, semanas y semanas. Una mañana, la basura desapareció. El profeta, extrañado, fue a casa del vecino. Entró y el judío se asustó: ‘¿Vienes a matarme?’ . ‘¿A matarte? No, es que he pensado que quizás estés enfermo y he venido a visitarte por si necesitas ayuda. Eres mi vecino y no te hago daño’. El judío acabó convirtiéndose al Islam.

El modelo de integración en Europa ha caminado por sendas divergentes. En Francia, por ejemplo, la vía de asimilación (compatible con el laicismo que impera en la república gala) ha fracasado y prueba de ello es el veto al velo o al pañuelo. En Inglaterra tampoco se ha consolidado la opción multicultural, generando desconfianza entre los ciudadanos no musulmanes. ¿Cuál es la fórmula más factible para el respeto mutuo? ¿Un Islam tolerante y respetuosos como derechos constitucionales en Occidente?
La clave de toda sociedad es la educación basada en principios de respeto y entendimiento mutuo, no del vestir La voluntad de Alá es que vivamos en paz acorde a nuestras creencias y para eso necesitamos saber más de nuestro prójimo y dudar, en ocasiones, de la imagen que se transmite por televisión, radio, periódicos o Internet. Me refiero al Islam violento, autoritario… Eso no es cierto. Alá nos dice: ‘No acuses para no ser acusado’. Y ésa es su voluntad que nosotros cumplimos.

¿Cuándo cumplirá el Ayuntamiento capitalino la sentencia judicial que obliga a autorizar la construcción de una mezquita?
Ojalá sea pronto porque llevamos esperando 20 años. No creo que haya otra confesión religiosa que haya sido tan comprensiva y paciente. Pero hasta los más pacientes se cansan, se fatigan que promesas incumplidas que no se concretan.

¿Existe una alternativa real para edificar la nueva mezquita?
Existe, en Siete Palmas. Disponemos de un solar que compensa la expropiación de 1990, pero no tenemos las garantías de que nos den la licencia o autorización para empezar las obras. En la mezquita de la capital se reúnen hasta 700 creyentes, lo que nos obliga a administrar bien el aforo o la capacidad permitida. Es un ejemplo de que la integración empieza por el entendimiento.