En el campo valenciano se da una singular paradoja. Mientras que un millar de jornaleros de la Comunitat aún irán este año a vendimiar a Francia, viticultores de Utiel – Requena y la Hoya de Buñol se ven obligados a contratar para la misma tarea a temporeros de otros países, porque no encuentran aquí, ni siquiera en las listas del paro, suficiente mano de obra dispuesta a emplearse unas semanas en la recogida de la uva. Sólo la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA – Asaja) gestiona la contratación de un millar de jornaleros inmigrantes para cubrir la demanda de mano de obra. Del total de temporeros que AVA contrata, únicamente el 10% son españoles; el resto son búlgaros, rumanos, polacos, lituanos, paquistaníes y ecuatorianos.

Al millar de jornaleros de AVA hay que sumar los que gestionan otras organizaciones agrarias y los contratados directamente por agricultores.

¿Por qué irán a Francia 14.000 vendimiadores españoles – mil valencianos – cuando en España, y en la Comunitat, ha de recurrirse a mano de obra extranjera?

Para UGT la razón está en el salario. En Francia se paga a 8,86 euros la hora, a más los periodos de trabajo extraordinario, y se disfrutan mejores condiciones de trato y de vida en general. En España, según UGT, la hora de vendimia se paga a 5,30 euros, y el sindicato asegura que ha bajado este año la demanda de trabajo por parte de jornaleros extranjeros, que seguramente ven más atractivo trabajar en otros lugares u ocupaciones.

Sin embargo, el presidente de AVA, Cristóbal Aguado, ha explicado que los técnicos de esta formación supervisan que los alojamientos para vendimiadores estén en condiciones dignas y les imparten cursos de riesgos laborales. Además ha señalado que las diferencias salariales con Francia no son tan notables y una mayoría de los trabajadores son buscados sobre todo para faenas más especializadas.