Varias decenas de personas se congregaron ayer a las puertas del centro de internamiento para extranjeros de Valencia, para reclamar el cierre de este tipo de instalaciones de reclusión. La protesta sirvió también para exigir un juicio justo para Noura Benrabah, la inmigrante marroquí que denunció haber sufridos presuntos abusos sexuales por un policía mientras estaba en la Comisaría de Orihuela y que fue expulsada antes de que se realizaran las investigaciones necesarias para esclarecer los hechos.