La comunidad senegalesa recauda fondos para repatriar el cadáver del joven inmigrante ahogado en la Barceloneta
El viaje de retorno de Aliasse
La Vanguardia, , 23-07-2010El cadáver de Aliasse, el joven senegalés que murió ahogado en la playa de la Barceloneta la semana pasada, podrá ser repatriado finalmente a Senegal para ser enterrado en su pueblo de origen. La comunidad senegalesa y algunos amigos han conseguido parte de los 5.000 euros que cuesta el traslado primero a Madrid y después a Dakar. Ayer, les faltaban unos 1.000, pero han conseguido que los avance la funeraria, y otros 500 necesarios para trasladar el féretro desde la capital senegalesa, donde llegará en avión el sábado, hasta Tenace, el pueblo donde viven sus padres, en un viaje por carretera de 900 kilómetros.
Aliasse hizo el viaje de ida hace tan solo un año, en patera, hasta Andalucía. No tenía ningún familiar en España y al cabo de unos meses llegó a Sabadell, donde fue recogido por personal de Càritas. Y así, sin querer, se convirtió en protagonista involuntario de una serie de conflictos con la Administración. Su pasaporte indicaba que tiene 17 años y como tal pasó a un centro de menores no acompañados de la dirección general de Atención a la Infancia y la Adolescencia (Dgaia).
Pero en el mes de mayo fue expulsado del centro siguiendo indicaciones de la Fiscalía de Menores, que no se creyó que fuera menor de edad. Entonces fue acogido en un centro de Càritas de Sabadell. La fiscalía le había ordenado someterse a pruebas oseométricas que permiten un cálculo aproximado de la edad a través de los huesos de la muñeca. Aliasse se negó y su abogado alegó que eran los Mossos d´Esquadra y el Fiscalía quienes debían demostrar que el pasaporte era falso si así lo creían. Su caso será recordado porque es la primera vez en Catalunya que un juzgado de lo civil aceptó, sin derivarlo a lo contencioso-administrativo, el recurso de su abogado, Albert Parés, que exigía su devolución al centro de menores. También el Síndic de Greuges se quejó del trato que recibió.
La desgraciada aventura catalana de ese joven recibió ayer un sentido homenaje en el tanatorio Gran Via-l´Hospitalet. Otro senegalés que lo había acogido a menudo en su casa explicó que el sueño de Aliasse, de quien ya nunca llegaremos a saber su edad exacta, era llegar a ser jugador de fútbol. “El fútbol era su mundo, era del Real Madrid y se pasaba el día tras el balón”, recuerda este amigo, al que él llamaba tío, aunque no tenían parentesco. Muchos días acudía a su casa para ver partidos por televisión. La intención de ese amigo era incluso viajar hoy a Senegal para entregar el cadáver a su madre y explicarle que era un muchacho atrevido y simpático, muy apreciado por otros amigos que ayer acudieron al tanatorio a despedirlo entre lágrimas. Muchos llegaron con una bolsa de plástico llena de monedas que habían aportado para pagar un retorno que no formaba parte de sus planes.
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