La brutal agresión que sufrieron cuatro senegaleses el miércoles pasado en una fábrica de Lantarón no ha dejado indiferente a nadie. Mucho menos a sus compatriotas, que ya han decidido concentrarse el próximo fin de semana en la capital alavesa para mostrar su repulsa ante un acto que califican de «xenófobo y racista que no se puede tolerar».

«Será una convocatoria pacífica, sin insultar a nadie, sólo para condenar lo que ha pasado», confirmó ayer Ousmene Ly, secretario de la asociación de senegaleses en Álava, antes de agradecer los numerosos apoyos recibidos. Además, aclaró que ya se han puesto en contacto con el director de Inmigración del Gobierno vasco y con el consulado de Senegal, cuyos representantes podrían participar en dicha concentración.

Tras calificar de «lamentable» lo sucedido, Ousmene Ly denunció que tengan que pasar «cosas como estas para reaccionar, no queremos que vuelvan a ocurrir, porque podría ser peor». Por ello, confió en que los culpables «sean detenidos y vayan a la cárcel». Previsiblemente, será hoy cuando la magistrada tome una decisión una vez que reciba el último parte médico.