Los más de 50 propietarios de las parcelas sobre las que se asienta el antiguo cuartel militar de Bonrepòs, donde ya hay más de un centenar de okupas e inmigrantes malviviendo, afirman que tienen «las manos completamente atadas».

«No podemos hacer nada hasta que el Ayuntamiento no recalifique los terrenos. Estamos sin poder hacer uso de nuestras parcelas y además tenemos que estar pagando la contribución. Así, desde hace cinco años», explicó ayer el abogado de los afectados y también uno de los propietarios Carlos Bruisola.

Las parcelas, que fueron requisadas en la Guerra Civil, han pasado por una batalla legal que comenzó en los noventa y que en 2005 «tuvo sentencia firme que permitió a sus anteriores titulares recuperarlas». El cambio del uso militar del suelo «desbloquearía la situación pero eso sólo lo puede hacer el Ayuntamiento. Lo hemos vallado, tapiado, hubo hasta guardas de seguridad durante un tiempo pero nosotros no podemos hacer más. Si se hubiese recalificado en su momento, hoy no estaríamos así».

El Ayuntamiento ha iniciado los trámites, ya que el pleno de Bonrepós acaba de aprobar «el pliego de condiciones para que se presenten las empresas y se inicie todo el procedimiento» para el cambio de uso a terciario, según el alcalde Jesús Raga.

Por otro lado, varios vecinos denunciaron en el pleno el corte de agua de las fuentes «a petición de otros vecinos para evitar que las personas instaladas en el cuartel militar pudieran utilizarlas, según dijo el propio alcalde».

Raga negó que este corte tuviera que ver con los okupas del cuartel militar y recalcó que «sí es cierto que han dejado de funcionar pero solamente algunas durante unos días hasta que se ha restablecido el servicio pero nada más».