El enfrentamiento político entre el Consell y la Delegación del Gobierno en la Comunitat va más allá de la polémica de los chiringuitos. También se agudiza con la temporada de verano, coincidiendo con el incremento de pateras que llegan a las costas valencianas, fundamentalmente de Alicante. El último capítulo en esta batalla dialéctica se produjo ayer, después de que el máximo representante del Ejecutivo en la Comunitat, Ricardo Peralta, respondiera de forma contundente al conseller de Gobernación, Serafín Castellano, al señalar que sus críticas están motivadas por un «sentimiento xenófobo». Castellano calificó de «fiasco» el sistema de vigilancia de la costa promovido por el Ministerio del Interior, consistente en una red de radares ideados para detectar embarcaciones sospechosas, ya sean pateras o lanchas dedicadas al contrabando o el narcotráfico.

Peralta, durante una visita a la Unidad Militar de Emergencias de Bétera, dijo que la llegada de ilegales a los países desarrollados «es una constante en todo el mundo», independientemente del color político del país. Por ello, se mostró sorprendido «del tono de denuncia del conseller de Gobernación, cuando es una evidencia que ha disminuido de forma muy significativa la llegada de inmigrantes». El delegado del Gobierno achacó esta tendencia a la crisis económica y al aumento de medios de vigilancia.

«Ese tono de miedo y de peligro ante la inmigración ilegal, sin lugar a dudas trasluce y acredita un sentimiento xenófobo que me parece más que preocupante», dijo Peralta, que insistió en que el número de embarcaciones que llegan a la costa española es muy inferior al registrado en etapas anteriores. «Por eso no puedo comprender ese tono de miedo del conseller de Gobernación», sentenció.

Por la tarde, Castellano replicó a lo que considera un insulto hacia su persona. «Un demócrata que no es capaz de asumir las críticas en la gestión y responde a ellas no con argumentos sino con insultos, descalificaciones y ofensas personales deja mucho que desear», dijo el conseller. Por ello, instó al delegado del Gobierno a que «retire la alusión ofensiva que ha realizado hacia mi persona y que atenta contra mis más profundas convicciones políticas y personales».

En los últimos días han sido dos las pateras localizadas en la Comunitat. La última, con 11 magrebíes a bordo, fue interceptada el miércoles a 44 millas de Xàbia. 24 horas antes, fueron detenidos diez ilegales tras llegar a Santa Pola. Precisamente, la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Elche acordó ayer el ingreso de estos últimos en el centro de extranjeros de Valencia. Mientras, los 11 interceptados en Xàbia esperaban para pasar a disposición judicial.