bilbao. ¿Cómo se enteró del cierre de Heldu?

A través de la prensa. No teníamos ni idea de que esto fuera a pasar. La verdad es que ha sido una sorpresa muy grande para los 23 trabajadores y trabajadoras de Heldu.

¿Cómo reaccionó al conocer la decisión adoptada por la consejera Gemma Zabaleta?

Al día siguiente de conocer esta noticia nos pusimos en contacto con la consejería de Asuntos Sociales y nos aseguraron, sin ofrecernos una solución ni una respuesta clara, que el proyecto estaba en fase de estudio. Además, nos dijeron que, en un principio, el cierre no estaba previsto sino que se trataba de una reestructuración.

Sin embargo, Asuntos Sociales anunciará el lunes el nuevo modelo de asesoramiento jurídico que sustituirá a Heldu.

No tenía ni idea, me entero ahora de la noticia. En cualquier caso, tampoco nos han avisado de este asunto ni nos han ofrecido participar en él.

¿Ha mantenido alguna reunión este último mes con la consejería de Asuntos Sociales?

Una vez que conocimos que la reestructuración que nos habían prometido no se iba a cumplir, nos reunimos con el viceconsejero Fernando Fantoba y con el director de Inmigración, Miguel Ángel González. Allí, ante nuestro asombro, nos dijeron que, en principio, el servicio no tenía cabida porque no se encuentra definido como tal en la ley de servicios sociales.

¿Presentaron alguna propuesta a Asuntos Sociales?

Ante la premura del cierre del servicio llegamos a proponer la idea de que Heldu pasara a depender de cualquier otra consejería, de un organismo público e, incluso, de una cooperativa sin ánimo de lucro de los trabajadores. Sin embargo, a día de hoy no hemos recibido respuesta alguna. Creo que el cierre lo tenían muy claro desde el principio.

¿Considera que el cierre de Heldu atenta contra los derechos sociales?

Efectivamente, nos encontramos ante una vulneración de los derechos más básicos. Es inadmisible que de un plumazo lleguen y recorten este servicio de una forma tan drástica. No se puede consentir que un partido que se dice socialista atente de esta forma contra los derechos sociales.

¿Cómo se va atender a las personas cuyos expedientes están actualmente abiertos?

No lo sabemos. La respuesta es que no lo sabemos. Desde la dirección de Inmigración no nos han comunicado cuál va ser el destino de esos expedientes, que solamente en Bizkaia rondan los 18.000. Lo que no se puede es cerrar este servicio de esta forma tan impositiva, tan autoritaria, sin consenso ni diálogo. Viniendo de la consejería de Asuntos sociales, son formas que chocan por completo.

¿Qué futuro les espera ahora a los trabajadores de Heldu?

El día 15 de julio se nos acaba el contrato, por lo que el colectivo de trabajadores de Heldu pasará a estar en una situación de desempleo. No se va a dar, tal y como nos aseguraron en un primer momento desde Lakua, ningún tipo de recolocación.