El ministro francés de Inmigración, Eric Besson, anunció ayer la denegación de la nacionalidad a un marroquí que se opone a dar la mano a las mujeres por «razones religiosas» y cuya esposa va cubierta con un velo integral que no se quita en presencia de otros hombres. «Esta persona adopta una actitud discriminatoria con las mujeres, manifestada en particular por la negativa a darles la mano, y un comportamiento en sociedad y en familia incompatible con el respeto de los valores de la República, sobre todo con los principios de libertad individual y de igualdad de sexos», sentenció el ministerio.

«No se puede considerar a esta persona asimilada a los usos y costumbres de la sociedad francesa», subrayó en un comunicado el departamento de Inmigración, que añadió que el hombre decía desconocer que en Francia está prohibido que las alumnas acudan a las escuelas públicas con el velo.

Además, había declarado que «cada uno hace lo que quiere», con relación al laicismo, y que la única motivación para solicitar la nacionalidad francesa era «estar tranquilo con los papeles».

El hombre había entrado en Francia de forma irregular y no tuvo los papeles en regla hasta que se casó, en el 2004. Cuatro años después, inició una demanda para adquirir la nacionalidad francesa, que ahora ha sido rechazada con un decreto firmado por Besson y por el primer ministro, François Fillon.

Esta semana ha comenzado en la Asamblea Nacional (cámara baja) la tramitación parlamentaria del proyecto de ley para prohibir el uso del velo integral.