El Departamento de Justicia de Estados Unidos impugnó en el Tribunal de Distrito en Phoenix, la constitucionalidad de una nueva ley de Arizona que criminaliza a los inmigrantes indocumentados, medida que era esperada desde hacía varias semanas, pues el presidente Barack Obama la ha tachado de “desorientada”.

El organismo gubernamental sostiene que la legislación, que regirá a fines de este mes, usurpa funciones federales, porque prevé que policías locales y estatales interroguen o arresten indocumentados durante la aplicación de otras leyes, como revisiones de tránsito.

Aunque la ley de Arizona “es una abominación”, la demanda del gobierno federal es peligrosa y podría hacer más daño que bien, pues el país ya está dividido”, opinó Tamar Jacoby, presidente de la organización activista Immigration Works.

“Es un importante primer paso rumbo a la lucha permanente contra el racismo y la intolerancia”, dijo Angélica Salas, directora de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes , en Los Ángeles.