Dos mujeres mueren en Cuenca y Gerona a causa de la violencia machista
Diario Sur, , 07-07-2010Dos nuevas muertes han venido a engrosar la nómina de mujeres que han perecido a causa de la violencia machista. En Landete (Cuenca), Felicia López, de 68 años de edad, falleció a causa de las puñaladas infligidas por su marido, de 77, un hombre con problemas mentales. El suceso ocurrió el pasado domingo, pero no se conoció hasta ayer, cuando la Subdelegación del Gobierno en Cuenca confirmó que el autor del crimen, de nombre Pedro Luis, había ingresado por orden judicial en la Unidad de Salud Mental del hospital Virgen de la Luz, de la ciudad castellano – manchega. Según los vecinos de la calle Ibáñez Martín, la pareja, que tenía dos hijos, parecía mantener una buena relación, pues se les solía ver pasear juntos y nunca habían protagonizado disputas violentas. En este sentido, la Subdelegación del Gobierno en Cuenca informó de que no existían denuncias previas por malos tratos contra el hombre. Fue una vecina de Felicia quien alertó de lo ocurrido. Tras asistir a misa, la vecina acudió al domicilio de la pareja para interesarse por ella, pues la víctima también sufría problemas mentales. Su marido le comunicó que su esposa se encontraba durmiendo, una explicación que no convenció a la mujer, quien segundos después halló el cadáver de la víctima tendido en la cama en medio de un gran charco de sangre.
En Gerona se registró el asesinato de otra mujer. La víctima murió ayer en Gerona a manos de su ex pareja. La mujer, Olena K., de nacionalidad ucraniana y de 37 años, estaba trabajando como asistenta en una vivienda situada en un sexto piso, lugar desde donde supuestamente el hombre la arrojó al vacío y acabó con su vida. Los hechos ocurrieron hacia las 10.30 de la mañana. La mujer vivía cerca del lugar en el que murió y como todos los días había acudido a un edificio próximo a hacer las labores domésticas. Hafid C., el presunto homicida, se presentó por sorpresa en el inmueble y, según fuentes de la investigación, tras una fuerte discusión, el hombre, un marroquí de 33 años, la empujó desde el balcón, lo que le ocasionó la muerte casi al instante. Antes de que su ex pareja cometiera el brutal asesinato, la mujer tuvo tiempo de llamar al propietario del piso para pedirle que llamara a la Policía.
Charco de sangre
Demasiado tarde, porque cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, se encontraron a la joven sin vida y rodeada de un gran charco de sangre. La Policía catalana informó de que no existía ninguna denuncia presentada contra él por parte de la víctima.
Uno de los testigos que se encontraba en ese momento en la calle relató que estaba trabajando en un edificio contiguo y que tras escuchar los gritos de los vecinos acudió a tratar de socorrer a la víctima, pero no pudo hacer nada, tras comprobar que la mujer ya no tenía pulso. «Miré por la ventana y había una chica tendida en el piso, llena de sangre y a la que le estaban haciendo reanimación cardíaca», relató otra vecina. Acto seguido, residentes del inmueble donde trabajaba la mujer y el dueño del piso bloquearon la puerta de la vivienda, lo que facilitó la detención del presunto homicida. Éste declaró ante los Mossos que él no tuvo nada que ver con la muerte de la joven y que fue ella quien se cayó sola al vacío.
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