La extrema juventud de aquella joven que se prostituía en una calle del Raval llamó poderosamente la atención a dos agentes de la Guardia Urbana de Barcelona. Tras observarla, se acercaron a ella. De cerca, comprobaron que era aún más joven de lo que parecía. Sus sospechas se dispararon cuando le pidieron la documentación y ella les enseñó un carnet de identidad rumano según el cual tenía 24 años.

Los guardias le comunicaron que debían llevársela para identificarla correctamente. Y se fueron con ella a la sede de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (UCRIF) del Cuerpo Nacional de Policía. Allí, la joven acabó confesando que solo tenía 15 años y revelando su verdadera identidad. Cuando introdujeron sus datos descubrieron que había una orden de búsqueda internacional de Interpol, pues los padres de esta joven habían denunciado su desaparición.

RECLAMO PARA CLIENTES / La menor, de nacionalidad rumana, estaba siendo obligada a prostituirse en Barcelona por una pareja de proxenetas italianos que la controlaban mediante otras prostitutas. La joven estaba obligada a ejercer 13 horas al día, desde las diez de la mañana a las once de la noche, ofreciendo servicios sexuales de 15 minutos por 20 euros. otros 10 euros eran para los italianos que gestionaban el piso donde se consumaban los servicios sexuales.

Investigando su caso, los agentes de la UCRIF descubrieron que esa misma organización había prostituido también en el Raval a otra menor de edad. Tras localizarla en un prostíbulo en Lliçà de Vall, los agentes descubrieron que la chica apenas había cumplido los 17 años.

En ambos casos, el de la chica de 15 y la de 17, la banda que las explotaba era perfectamente conocedora de su condición de menores e incluso, según fuentes de la investigación, «sacaban partido a la corta edad de las jóvenes como atractivo para los clientes».

Las investigaciones culminaron con la detención de siete personas que integraban esa red y que han sido imputadas además por corrupción de menores. Los detenidos son cinco rumanos, un español y una colombiana. A los investigadores les sorprendió el modo en que la niña fue captada. La chica explicó que fue reclutada por internet, donde conoció a un chico que le ofreció venir a España a prostituirse.

Esta no ha sido la única operación contra una red de proxenetas en Barcelona. Los Mossos d’Esquadra han desmantelado un prostíbulo situado en un domicilio particular de Viladecans donde además se vendía cocaína. En total han sido detenidas siete personas, entre proxenetas y narcotraficantes. Uno de los detenidos además chantajeaba a clientes de las prostitutas.