ARTÍCULOS DE OPINIÓN
Heldu: reorganización frente a recorte
Diario Vasco, , 23-06-2010Vivimos tiempos de incertidumbre económica, de dificultades para muchos ciudadanos y ciudadanas, tiempos por lo tanto de extraordinaria responsabilidad para administrar los recursos, y tiempos para adecuar mejor las políticas públicas que han crecido desordenadamente en los tiempos de bonanza. Todo ello pasa por decir la verdad a la sociedad, por aseverar que hay planes y programas que no se pueden mantener como se han mantenido hasta la fecha. Y ello requiere tomar decisiones.
No es posible mantener un discurso sobre la necesidad de racionalizar el gasto público, y a la vez no tomar decisiones sobre el dimensionamiento del sector público y de su apoyo a la iniciativa social o sobre el papel del uno y la otra. Cuando asumimos la responsabilidad de gestionar los asuntos sociales en el Gobierno Vasco, el área era un traje a medida del que participaban las ayudas a las víctimas del franquismo, para la escolarización de 0 a 3 años, al transporte universitario de las personas discapacitadas o las subvenciones para realizar operaciones de cambio de sexo. Hemos tenido que ordenar y devolver cada pieza a su ámbito correspondiente : Justicia, Educación, Universidad o Sanidad.
Hoy damos, con la reordenación del programa Heldu, un paso más en la clarificación de funciones entre lo público y lo privado, que deben trabajar coordinadamente. La apuesta pretende fortalecer la respuesta normalizada de los servicios públicos a la población inmigrante, complementada por el trabajo en red con el movimiento asociativo que agrupa a las personas inmigrantes y trabaja por sus derechos.
Heldu es un servicio que, básicamente, ha venido realizando una labor de orientación jurídica en materia de extranjería y de apoyo en la correspondiente tramitación administrativa con personas inmigrantes extranjeras en situación irregular. Se accede a él, salvo excepciones, por derivación desde los servicios sociales de base. Sin embargo, en la legislatura anterior, a la vez que se mantiene este servicio como un servicio de responsabilidad pública que, aparentemente, se considera parte de la red pública de servicios sociales, se aprueba una Ley de Servicios Sociales en cuyo catálogo no aparece. El legislador no consideró que este servicio tuviera su lugar específico en el Sistema Vasco de Servicios Sociales. Se halla descatalogado del sistema y toca situarlo en el escenario que corresponde, el de un desarrollo del sistema de los servicios sociales, comunitario y universal, en el conjunto de unos servicios públicos, de sanidad, educación, empleo o justicia que dan una respuesta normalizada a las personas sin discriminación. Ésa es la Euskadi para todos y todas.
El Departamento de Empleo y Asuntos Sociales entiende que debe proceder a una reordenación en el ámbito de los apoyos que necesitan las personas inmigrantes en situación administrativa irregular, no manteniendo un servicio específico sino apostando por que los servicios sociales y los servicios de empleo atiendan a todas las personas en toda su diversidad. Esta apuesta se materializa en el trabajo, que vamos a reforzar, de nuestra Dirección de Inmigración y el servicio Biltzen a fin de apoyar a los diferentes servicios públicos para que sean inclusivos al máximo y capaces de gestionar la diversidad. También en el diseño del nuevo Servicio Vasco de Empleo-Lanbide, que pretendemos sea un modelo en la atención a las personas inmigrantes , también en situación administrativa irregular.
Pero el sistema no se agota en lo público, sino que se completa con el papel de los movimientos asociativos y la sociedad civil organizada, que constituye un puntal fundamental para el acompañamiento a los procesos de integración social. En este momento, el Departamento está en diálogo con diferentes entidades del tercer sector con el fin de comprometer nuevos y significativos apoyos para su labor de acompañamiento integral a las personas inmigrantes , una de cuyas dimensiones es, sin duda, la que tiene que ver con los aspectos jurídicos.
Ni hemos puesto ni ponemos en duda la competencia profesional y la calidad humana de las personas que han venido trabajando en Heldu. Tampoco dudamos de la utilidad social de su labor. Sin embargo, es nuestra responsabilidad transformar aquellas intervenciones que pueden realizarse de forma más pertinente, eficiente y sostenible.
El Departamento está haciendo y va a seguir haciendo todos los esfuerzos para que el cambio de modelo que pretendemos y la transición que supone no tengan efectos negativos en las personas que han sido usuarias de este servicio o a las que en el futuro pudieran necesitar apoyo. Quienes han acreditado su experiencia en esta materia son valiosos profesionales que tienen mucho que aportar en el nuevo modelo. Y que lo harán si es su voluntad.
No cerramos Heldu, sólo una manera de abordarlo. Si no tomamos decisiones como ésta, que fortalezcan el sistema de bienestar, otros vendrán a suscribir su defunción porque habrán demostrado o habrán hecho calar la idea de que es insostenible. Necesitamos ordenar para seguir creciendo, pero dentro de los sistemas de los que nos hemos dotado.
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