Una marroquí en trámite de expulsión denuncia abuso sexual en comisaría
Las Provincias, , 23-06-2010Una joven de origen marroquí ha interpuesto una denuncia contra un Policía Nacional por presunto abuso sexual mientras se encontraba detenida en las dependencias de la Comisaría de Orihuela.
Los hechos se remontan al pasado 28 de mayo cuando Noura Benrabah, de veinticinco años, se hallaba en las dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial para que se efectuara la orden de expulsión de España que pesaba contra ella, en cumplimiento de la Ley de Extranjería.
Dos días más tarde, en su denuncia ante los funcionarios de la misma comisaría donde estaba detenida, Noura Benrabah asegura que sufrió abusos sexuales como tocamientos, besos y agarrones por parte de un policía que se acercó hasta su celda, para preguntarle por qué estaba retenida.
El funcionario habría repetido su visita una hora más tarde, sobre las 21.00 horas, según la declaración de la denunciante, que estuvo asistida de intérprete de árabe. La mujer declaró que el agente le dijo entonces que él podía «quitar la hoja de procedimiento, con lo cual evitará que la expulsen al día siguiente, al pasar a disposición judicial» y que mientras ambos permanecían en la celda el agente, de quien aporta la descripción física, le da «besos en el cuello, a la vez que la agarra y se aproxima a ella».
Siempre según la denunciante, el policía la habría trasladado después a un pasillo cercano a los calabozos, donde el agente le habría dicho que iba a llamar a una amiga «que habla árabe» desde su teléfono, para que ésta indicara a la detenida «lo que tiene que hacer». Cuando Noura Benrabah accedió a ponerse al teléfono, escuchó una voz femenina que la denunciante relaciona con el acento del árabe hablado en Marruecos, y que le dice que el policía «puede hacer cosas con las chicas y que consigue que se libren de los problemas». Esto fue interpretado por la denunciante como un intercambio económico a cambio de favores.
En su declaración, la marroquí dice que vio en el teléfono el nombre de «Leila», y que al concluir la conversación, el funcionario policial le pidió su número de teléfono, a lo que ella accedió pensando en que podía entregarle dinero a cambio de sus favores. Pero a continuación, ambos pasaron a la zona de aseos de los calabozos y allí el policía le habría levantado la prenda superior, le habría besado los pechos y le habría tocado en la zona genital por fuera de la ropa, según el escrito de denuncia.
Los hechos, según relata la marroquí, se repitieron al día siguiente «con besos en el cuello» y fue entonces cuando una mujer policía, que la denunciante identifica por su nombre de pila, accedió al pasillo de los calabozos y pregunta a su compañero «¿Qué estás haciendo ahí?».
Es precisamente esta mujer policía la que durante el traslado a los juzgados preguntó a Benrabah qué había sucedido en los calabozos, y cuando ésta le dio su versión la agente le indicó que debería denunciar los hechos, lo que finalmente hizo ante los policías que la custodiaban.
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