Un centenar de grandes paraguas blancos se desplegaron ayer en el centro de Madrid con motivo de la celebración del Día Mundial del Refugiado para exigir un mayor compromiso con las más de cuarenta y tres millones de personas que requieren protección en el mundo, la cifra más alta desde los años noventa.

Madrid se unió a la “marcha de los paraguas” que se celebró en paralelo en otras ciudades como Lyon (Francia), Dublín (Irlanda), Berlín (Alemania), Lisboa (Portugal), Estambul, Anakara, Izmir y Van, en Turquía, Bruselas (Bélgica) y Londres (Inglaterra), convocadas por el Consejo Europeo para los Refugiados y Exiliados (ECRE).

Bajo el lema común “Debemos proteger a los refugiados”, en el acto de Madrid, la organización convocante, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), reclamó al Gobierno español que apruebe el reglamento que desarrolle la nueva ley de asilo.

Treinta mil peticiones

Alrededor de tres mil personas solicitaron asilo en España el pasado año, un 33 por ciento menos que en 2008. Este “triste récord” se superará este año, pues sólo en los primeros cuatro meses, la cifra ha caído un 30 por ciento, según los responsables de CEAR.

De las peticiones a asilo, sólo ciento setenta y nueve personas obtuvieron estatuto de refugiado durante 2009 y otras ciento setenta otro tipo de protección.

Frente a estos datos, CEAR destaca que en los 27 países de la Unión Europea (UE) se registraron un 10 por ciento más de solicitudes que en 2008, y Bélgica, con una población mucho menor que España, dio protección a diez veces más personas.

El coordinador del servicio jurídico de CEAR, Mauricio Valiente, señaló que es esencial reforzar las garantías de los solicitantes de asilo e impedir que la práctica administrativa actúe sin un marco normativo claro.

CEAR, además, considera “urgente” que se ponga en marcha el programa de reasentamiento aprobado por el Gobierno, “para aliviar, de esta manera, la enorme responsabilidad que han asumido los países en desarrollo al acoger a cerca del 93 por ciento de la población refugiada en el mundo”.

Por su parte, Entreculturas (ONG jesuita para la educación y el desarrollo) denunció que Sudáfrica, el primer país africano en el que se celebra un mundial de fútbol, acoge a más de 700.000 refugiados procedentes en su mayoría del Congo, Ruanda, Burundi y Etiopía, con los que se podrían llenar diez estadios como el de Green Point.

Por otro lado, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), con motivo de la celebración, presentó en La Granja (Segovia) el trabajo de concienciación llevado a cabo por Soledad Sánchez Merlo en campos de Kenia, Bosnia, Ecuador y Colombia, quien reconoce que el trabajo que ha hecho en estos campos es el que más le ha llenado el alma.