Gadafi gana la batalla con Suiza
El Correo, , 21-06-2010Libia y Suiza pusieron fin la pasada semana a una delirante y dañina disputa diplomática que ha durado dos años y que se ha saldado con víctimas colaterales. La liberación del empresario helvético Max Göldi el día 13, tras pasar veinticuatro meses retenido en Trípoli por el régimen de Mamuar Gadafi, demuestra que el chantaje sigue siendo un arma política en la nueva Libia posbloqueo y que su presidente no duda a la hora de poner a su familia en el centro de su diplomacia internacional.
La rocambolesca historia comenzó en julio de 2008. Hannibal Gadafi, uno de los hijos del mandatario del país norteafricano, se hospedaba en un lujoso hotel ginebrino con su esposa embarazada y varios sirvientes. Dos de sus empleados denunciaron a la Policía abusos por parte del matrimonio libio, y los agentes se presentaron en la lujosa suite, fuertemente armados, para arrestar a la pareja.
Hannibal pasó dos noches en el calabozo de la comisaría, mientras que su esposa era retenida en un pabellón de maternidad. Ambos fueron liberados tras pagar una fianza de 330.000 euros. Los denunciantes, un marroquí y una tunecina, retiraron los cargos en septiembre tras llegar a un acuerdo económico.
Poco después de la breve detención del matrimonio en Ginebra, los empresarios suizos Max Göldi y Rachid Hamdani fueron arrestados en Trípoli acusados de infringir las leyes de inmigración. Aunque salieron libres a los diez días, las autoridades libias les impidieron abandonar del territorio magrebí, por lo que se refugiaron en la Embajada suiza. Libia, que amenazó con paralizar las exportaciones de petróleo al país centroeuropeo y retirar los fondos libios de los bancos helvéticos, puso una querella civil en abril de 2009 contra el cantón de Ginebra por uso desproporcionado de la fuerza.
La disputa diplomática se calentó en septiembre del año pasado, cuando unas fotografías de Hannibal Gadafi arrestado fueron filtradas a la prensa y publicadas por el diario ‘Tribune de Genève’, lo que alimentó la cólera de los libios. Los empresarios suizos volvieron a la cárcel, donde pasaron 52 días. Tras ser juzgados en rebeldía, ya que habían sido puestos en libertad, se condenó a Göldi a una pena de cuatro meses de cárcel y se absolvió a Hamdani.
Llamamiento a la yihad
En represalia, a principios de este año, Suiza vetó la entrada al país a 188 libios, todos ellos miembros del Gobierno, incluidos Muamar Gadafi y su familia. Al pertenecer al espacio Schengen, esta prohibición se extendía de facto a personas de prácticamente todos los países de Europa Occidental. Libia respondió de inmediato con el cese de la emisión de visados para todos los ciudadanos de Schengen. En una surrealista alocución pública, Gadafi llegó incluso a llamar a la yihad (guerra santa) contra Suiza.
En marzo, Berna dio marcha atrás presionada por la Unión Europea, especialmente por países como Italia que mantiene significativos lazos comerciales con Libia. Trípoli puso entonces fin inmediato al bloqueo a los europeos, y la batalla de visados se dio por finalizada. Pero no así el choque diplomático con Suiza, en el que los desafortunados Göldi y Hamdani se habían convertido en víctimas colaterales.
En febrero, la Policía rodeó la Embajada helvética y amenazó con entrar por la fuerza si los empresarios, que llevaban semanas atrincherados en la legación diplomática, no salían. Ambos se rindieron. A Hamdani, que había sido absuelto, se le permitió regresar a Suiza, mientras que Göldi ingresó en prisión. El empresario fue liberado el pasado domingo, tras la firma de un acuerdo de intenciones entre Suiza y Libia, y el lunes ya se encontraba de vuelta en su país, eso sí, tras dos años de suplicio.
(Puede haber caducado)