Escapa de la riada y muere electrocutado
El Correo, , 18-06-2010Salvado de las aguas y muerto unas horas después por una descarga eléctrica. Luis Muza Escudero pertenecía a la familia de once miembros que el miércoles tuvo que ser realojada en un albergue municipal ante la crecida del río Cadagua que amenazaba su casa, en el barrio de Iorgi de Sodupe. A mediodía de ayer, el joven, de 20 años, moría al quedar electrocutado mientras manipulaba un transformador en las viejas instalaciones de Babcok – Wilcox en Sestao, cuando en compañía de su hermano José trataban, al parecer, de sustraer cobre para venderlo como chatarra. Deja dos hijos de corta edad.
Todo ocurrió sobre las once de la mañana. Luis y José habían dejado temprano a su familia en el albergue cedido por el Consistorio de Güeñes. Se subieron a su vehículo y se desaplazaron hasta la zona industrial entre Trapagaran, Barakaldo y Sestao para buscarse la vida. Según reconoció ayer un familiar, de vez en cuando «robaba». Entonces se colaron en las antiguas instalaciones de B&W de Galindo.
Allí ocurrió la tragedia. Luis comenzó a manipular un transformador para hacerse con su cableado sin advertir que éste aún estaba conectado y en funcionamiento. Una descarga de miles de voltios atravesó su cuerpo. Al percatarse de la situación, su hermano acudió en su ayuda sin ser consciente del riesgo que corría y logró arrancarlo de la máquina aún con vida. Sin avisar a ningún equipo de emergencias, cargó con él, lo subió al coche e inició una carrera contrarreloj hacia el cercano hospital de San Eloy.
Al llegar al centro, según testigos presenciales, el cuerpo de Luis «humeaba y en la camilla donde lo pusieron había luego carbonilla, como tierra negra». Pero la víctima todavía estaba viva. Inconsciente y con graves quemaduras y laceraciones, su estado era de colapso total. El equipo médico de urgencias inició enseguida las maniobras de reanimación al comprobar que su pulso y constantes vitales se debilitaban, pero al final nada pudo hacerse. A mediodía fallecía en el hospital «por parada cardio – respiratoria».
Perseguidos por la tragedia
La tragedia de esta familia de etnia gitana arrancó en octubre de 2008, cuando un incendio devoró la histórica ‘Casa Grande’ de Sestao. Allí se encontraba Luis Muza Escudero viendo cómo las llamas destruían el que habría de ser su último hogar digno antes de morir. Sus familiares lo recordaban ayer entre lágrimas y gritos de desesperación como un chico movido. «Se había dedicado un poco al bandolerismo», se sinceraba uno de sus tíos. «Por eso había estado incluso interno en un centro de menores. Luis, más conocido entre los suyos como ‘Maikel’, había asentado por fin la cabeza hacía tres años al conocer y casarse con ‘La Ruca’, su mujer. Ambos tenían ahora una niña de año y medio y un bebé de apenas cuatro meses.
A raíz de la desaparición de la ‘Casa Grande’ empezaron a dar tumbos hasta que el azar les llevó a Sodupe, donde pasaron el miércoles, como tantos otros ciudadanos, con el temor de que su vivienda quedara anegada por las aguas.
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