Perplejos. Así se quedaron ayer por la tarde los responsables de CeiMigra cuando apareció un furgón de la Policía Nacional y los agentes empezaron a identificar inmigrantes en situación irregular que abandonaban la sede de la fundación. Se trataba de un grupo de alumnos que asiste al curso que se imparte en CeiMigra, precisamente, para poder obtener el certificado de arraigo y regularizar su situación en España.
Al comprobar que ninguno de los alumnos identificados tenía la documentación en regla, los agentes se dispusieron a detenerlos para trasladarlos a la Comisaría de Zapadores. Sólo la intervención de una profesora, que explicó a los agentes que los inmigrantes tomaban parte en un curso para obtener el certificado de arraigo, lo impidió.
Así lo confirmó a ABC el director gerente de CeiMigra, Guillermo Vansteenberghe, que quiso atribuir a «un error» la actuación policial. Sin embargo, no es la primera vez que el delegado del Gobierno, Ricardo Peralta, envía agentes a las inmediaciones de entidades y asociaciones similares para identificar inmigrantes irregulares. Ya sucedió, hace unos meses, ante la sede de Asodival (la Asociación para el Desarrollo Social e Intercultural en la Comunidad), cuyos responsables llegaron a denunciar a Peralta.
«No vendrán por miedo»
Vansteenberghe llamó la atención sobre lo «contradictorio» de identificar inmigrantes irregulares precisamente mientras cumplen la Ley de Extranjería, al realizar los trámites necesarios para legalizar su situación. La Ley, de hecho, establece que son las comunidades autónomas las que deben expedir los citados certificados de arraigo.
Las identificaciones de ayer, de hecho, implican la emisión de una orden de expulsión, que aunque «no se llegará a ejecutar», complica los trámites para regularizar la estancia en España. «Cuando obtengan el certificado, tendrán que presentar alegaciones». Vansteenberghe advirtió de que, si se repiten los controles policiales ante CeiMigra, los extranjeros «dejarán de venir por miedo».