Si Lleida abrió el melón del burka y el niqab el mes pasado, El Vendrell (Baix Penedès) se convirtió ayer en la segunda población española que prohíbe el uso del velo integral en las instalaciones municipales. El debate ha puesto al descubierto las contradicciones que hay en el seno de los partidos políticos, que en algunas poblaciones apoyan las mociones y en otras las rechazan o ponen pegas. Es el caso del PSC, que en El Vendrell –a diferencia de lo que ocurrió en Lleida (el alcalde de la Paeria es el socialista Àngel Ros)– abandonó ayer el pleno para no participar en un debate que juzga «artificioso y estéril». Ciudades como Tarragona, Reus, Cunit, Terrassa y Mollet también preparan mociones parecidas, mientras que Barcelona estudiará el lunes un dictamen legal al respecto.

En la votación de ayer en El Vendrell, los siete concejales socialistas intentaron dar golpe de efecto: abandonaron el pleno municipal en el momento en que iba a debatirse la moción presentada por CiU. De esta forma, dejaron que la federación nacionalista uniera sus votos a los de ERC, PP y la xenófoba Plataforma per Catalunya (PxC) para prohibir el uso de la prenda en los edificios y equipamientos municipales.

PROBLEMA INEXISTENTE / Josep Lluís Pascual, portavoz del grupo municipal socialista de El Vendrell, explicó que su grupo no quería participar en un debate que «contribuye a crear problemas donde no los hay». En una sala de plenos llena hasta la bandera, los siete concejales socialistas se levantaron de las sillas y ofrecieron una conferencia de prensa en la calle.

«Esta polémica interesada solo sirve para dividir a la sociedad», insistió Pascual, que justificó la postura de su partido en El Vendrell por las «características especiales» de la ciudad. La capital del Baix Penedès tiene poco más de 36.000 habitantes y un índice de población inmigrante que supera el 17%. Cinco de sus residentes, según se dijo en el pleno, llevan niqab. En este consistorio, además, están los únicos cuatro concejales que PxC tiene en toda la provincia de Tarragona. CiU gobierna la ciudad en minoría, aunque tanto socialistas como populares han acusado en diferentes ocasiones a los nacionalistas de mantener un pacto secreto con PxC. Jaume Domingo (CiU) explicó que la regulación de «cualquier tipo de ropa, casco, pasamontañas, burka y niqab, así como otros elementos que tapen la cara de una persona» es una medida «integradora». «Hay que afrontar los problemas antes de que se produzcan», dijo.

LA TERCERA CIUDAD El próximo lunes, Tarragona puede unirse a Lleida y El Vendrell. PSC y CiU han presentado una moción conjunta, el PP tiene una iniciativa propia y ERC un tercer texto en el que se muestra en contra de prohibir. En Cunit (Baix Penedès) la moción la han presentado los socialistas, y en Reus (Baix Camp) PP y CiU han redactado una propuesta conjunta –que también se debatirá el lunes– a la que podría sumarse el PSC si se eliminara la parte que se refiere a prohibir el velo integral en la calle.

En Barcelona, los partidos estudiarán el lunes en la comisión de seguimiento del plan de inmigración un dictamen elaborado por los servicios jurídicos municipales, a partir del que cada grupo fijará su posición respecto al niqab y el burka, informa Xabier Barrena. El comisionado de la alcaldía para la Inmigración, Daniel de Torres, declaró ayer que hay que ver si el uso del velo integral es un problema real, ya que «no era un debate que estuviera en la calle hace un mes», sino que ha sido la política la que ha situado en la agenda una cuestión que es «un debate global de Europa y el mundo». Poco antes, el bipartito, ERC y CiU rechazaron una proposición del PP para prohibir el velo integral en los espacios públicos.