Pamplona. ¿Qué piensa sobre lo que ha ocurrido?

No hay derecho a lo que esos policías le hicieron a mi hijo y lo que quiero es que no le pase a nadie más, que ninguna familia más tenga que pasar por esto. Yo trabajo de auxiliar de enfermería y llevar un uniforme no te da derecho a comportarte como ellos lo hicieron.

¿Cómo se sienten ahora?

Todos lo hemos pasado muy mal con esto, él sobre todo. Le dejaron muy afectado psicológicamente. Ahora está en tratamiento. Era un chico al que le gustaba salir por ahí y a raíz de lo que le pasó le daba miedo, ya no quería. Le daba temor cuando salía a la calle y veía un grupo de policías. Dejó hasta de comer, hasta que me dijo que se quería volver a Ecuador. Yo creo que le hicieron más cosas que no me ha querido contar.

¿Cuándo se marchó su hijo a Ecuador?

Esto pasó en septiembre y él se volvió a Ecuador en noviembre. Allí está estudiando, acabando el Bachiller. Volverá aquí en el verano. Lo que quiero es tenerlo otra vez conmigo, volver a estar juntos de nuevo.

¿Por qué decidieron denunciar lo ocurrido?

En principio, no salió ni de mi hijo ni de mí denunciar lo que había pasado. Fue una persona de dentro de la institución, de la Policía Municipal, la que se puso en contacto con SOS Racismo. Debieron ser compañeros de estos policías que se cansaron de lo que estaba ocurriendo y que de modo anónimo quisieron hacerlo público.

¿Qué le contó su hijo sobre lo que pasó antes de ser detenido?

Me dijo que había estado en un bar de San Juan y que unos policías habían detenido a un amigo suyo, menor de edad. Mi hijo, como no se puede callar ante nada, fue a interesarse por lo que había pasado y le dijeron que no se metiera. Fue cuando dijo que “Vaya mierda de Policía tenemos” y cuando comenzó todo.

¿Qué le contó su hijo sobre lo que hablaban los policías cuando le estaban golpeando?

Me dijo que decían “a éste hay que darle, a éste hay que darle”. Aparte, el policía que le agarró por el cuello le decía “quédate con mi cara”. Mi hijo le respondió que ya se había quedado con ella. Aparte de eso, uno de los otros agentes les dijo que tuvieran cuidado con la cámara, que les estaba grabando. Entonces fue cuando lo metieron para los calabozos.

Para intentar justificar el empleo de la fuerza por parte de los agentes, el Ayuntamiento difundió que su hijo se había visto envuelto en peleas anteriormente.

Sí, mi hijo fue juzgado y condenado por una pelea. Él y otro amigo se metieron a separar y al final ellos también se vieron envueltos. Tuvo que pagar una indemnización al chico y todo se quedó ahí. Pero eso no tiene nada que ver con lo que le hicieron los policías municipales. No justifica los golpes que le dieron.

¿Qué opina acerca de la diferenciación entre ciudadano e inmigrante que ha hecho UPN?

Han dicho que la agresión es contra un ciudadano y no contra un inmigrante, y no estoy de acuerdo, porque últimamente a los inmigrantes nos están denigrando mucho, especialmente a los más jóvenes. ¿Quién no ha salido y se ha tomado una copa? ¿Quién no ha estado de fiesta? No hay derecho al enseñamiento que tuvieron esos policías con mi hijo.

Desde el equipo de Barcina también se ha lamentado que se hayan hecho públicas las imágenes y, sin embargo, no han censurado los hechos en sí. ¿Qué dice al respecto?

Lo que no querían es que se supiera lo que había pasado, que los ciudadanos no sepan que tipo de policías municipales hay en la institución. Ahora que se ha sabido, deberían hacer algo para que no vuelva a ocurrir nada parecido.

¿Qué le ha contado a su hijo sobre lo que ha pasado tras la difusión del vídeo?

Él sabe lo que está pasando. Desde SOS Racismo nos pidieron autorización para hacerlo público y estuvimos de acuerdo. Hay mucha gente que nos está apoyando y estamos muy agradecidos por eso.

¿Confía en la Justicia?

Espero que los jueces tomen las decisiones adecuadas para que esto no se vuelva a repetir.