Un mundo entre fogones
Balmaseda "cocina" un taller gastronómico para celebrar su Semana de la Interculturalidad
Deia, , 10-06-2010Balmaseda
Un poco de arroz, otro poco de pimentón, aceite o sal aderezados con amenas conversaciones que se cocinan a fuego lento y el resultado, además de unos platos exquisitos, es una receta perfecta para fomentar la convivencia entre diferentes culturas. Es lo que hicieron ayer las siete mujeres que juntaron las tradiciones culinarias de sus países de procedencia en los fogones de la Casa de la Mujer de Balmaseda durante un taller que forma parte de la tercera Semana de la Interculturalidad de la villa que tiene lugar durante estos días.
“Hemos repetido debido a la buena acogida que tuvo el año pasado. Además, es una oportunidad para que se conozcan entre ellas y todos podemos aprender”, indicó Leticia Borregán, técnico de inmigración del municipio. Las cocineras hicieron un hueco en su agenda para compatibilizar este encuentro con sus horarios laborales y se lo tomaron muy en serio.
Tanto fue así que a primera hora ya estaban en la puerta del supermercado para adquirir lo que iban a necesitar tras ponerse el delantal. “He encontrado casi todo menos un producto que he comprado en una tienda de Bilbao”, explicó Rabia, marroquí que lleva cinco años viviendo en la villa. En consonancia con la camaradería que reinó entre todas, preparó un mlawi, “un plato que reservamos para las fiestas o cuando tenemos invitados y se sirve con té”. Después de residir en Barcelona y Mallorca, ha encontrado su casa en Enkarterri, donde vive con dos hermanos.
Adriana, Catita y Ana también se sorprendieron gratamente del carácter “acogedor” de la gente al trasladarse. “Vine porque mi hermano vivía aquí y ya han pasado cuatro años. Ahora estoy haciendo un curso de formación y trabajo en Bilbao”, cuenta mientras pone por escrito los ingredientes para el sarmale típico de su Rumania natal y espera que despierte las alabanzas de sus compañeras: “carne picada de cerdo o vacuno, repollo, cebolla, pimienta negra y pimentón dulce o eneldo”.
Al lado, Cristina e Iyobosa daban los últimos retoques al strogonof de harina, tomate, pollo, arroz y patatas con el que abren las comidas siempre que regresan a Río de Janeiro. Antes de degustar todos los platos, prometieron entre risas que este año invertirán los papeles. “Puede que nos animemos a preparar una putxera de alubias juntas en San Severino”, se despidieron. ¡Que aproveche!
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