elecciones en un país europeo

El ultra holandés Wilders triplica los votos y será la llave del Gobierno

Conservadores y progresistas empatan y el primer ministro Balkenende se hunde.

El Periodico, EDWIN Winkels, 10-06-2010

Las encuestas previas a las elecciones parecían haber enfriado sus ambiciones, pero el xenófobo Geert Wilders resurgió ayer en una emocionante jornada electoral en Holanda, que ha dejado la política del país aún más fragmentada de la que ya estaba. El Partido por la Libertad (PVV) de Wilders, cuyo discurso único ha sido en contra de la inmigración masiva y el islam, se convertirá, según los primeros resultados, en la tercera fuerza política del país, pasando de 9 a 23 escaños en un Parlamento con 150 diputados en total. Así, Wilders podría tener la llave de la nueva coalición que gobernará el país, para la que se podrían necesitar hasta cuatro partidos.

Todo dependerá de quién se alce finalmente con la victoria. Al cierre de esta edición, con el 70% de los votos escrutados, Holanda presentaba una lucha reñida entre los dos previstos favoritos. Tanto los conservadores del VVD como los progresistas del PvdA sumaban 31 escaños. Los primeros ganarían así nueve escaños, pero las últimas encuestas les habían dado 36 o más, por lo que a la hora de votar mucha gente parecía haber optado finalmente por el PVV de Wilders. Los socialdemócratas, en cambio, perderían dos diputados, aunque en las encuestas llegaban a estar hundidos, con apenas una veintena de escaños.

DIMISIÓN DE BALKENENDE// La gran diferencia entre los dos mayores partidos es que los liberales conservadores del VVD, liderados por el novato Mark Rutte, nunca han querido excluir al polémico Wilders de un Gobierno de coalición e incluso ayer, en la noche electoral, los pesos pesados del partido admitieron que no se puede marginar a una fuerza que recibe tanto apoyo de los holandeses. Los socialdemócratas, encabezados por el exalcalde de Amsterdam Job Cohen, son quienes con más dureza han arremetido contra las ideas radicales de Wilders y no quieren oír hablar de gobernar con alguien que rechaza de pleno la presencia de extranjeros musulmanes, cuando las mayores poblaciones inmigrantes provienen de Marruecos y Turquía.

El gran perdedor fue, con diferencia, el primer ministro saliente, Jan – Peter Balkenende, que anoche presentó la dimisión al frente de su partido, el democristiano CDA, y no se sentará en el nuevo Parlamento. Tradicionalmente la fuerza más votada de Holanda, con un gran apoyo en la parte rural y cristiana del país, el CDA perdía anoche 20 de sus 41 escaños, una caída sin precedentes. Balkenende había liderado desde el 2002 los últimos cuatro gobiernos de Holanda, aunque ninguno acabó su mandato. «Un resultado dramático», admitió sin tapujos el ministro de Exteriores y número dos del CDA, Maxime Verhagen, que admitió: «Ahora otros partidos deben formar Gobierno».

VOTO CON LÁPIZ// La jornada electoral transcurrió sin incidentes, aunque los resultados definitivos se hacían esperar más de lo habitual ya que, por fallos en las últimas elecciones, se decidió prescindir del voto electrónico. Los votantes –el 74% del censo, seis puntos por debajo del 2006– tuvieron que rellenar las papeletas con un lápiz rojo. Ya que participaban casi una veintena de partidos, las papeletas de gran tamaño, que en Holanda son una sola con todos los candidatos, saturaron incluso las urnas.

Sea quien sea el ganador final y el primer encargado de intentar formar una coalición, alcanzar un Gobierno de consenso se avecina complicado. Tras las últimas contiendas electorales, el tiempo medio para formar Ejecutivo ha sido de 61 días, mientras que la crisis actual obliga a tener un Gobierno cuanto antes para acometer el tijeretazo.

Una cosa, sin embargo, era anoche muy clara: nunca el panorama electoral holandés había estado tan dividido, con siete fuerzas políticas que han logrado más de 10 escaños.

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