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Acusan a un policía de EE.UU. de cruzar a México y matar a tiros a un niño

La Voz de Galicia, 10-06-2010

Calderón exige a las autoridades estadounidenses una investigación sobre la «desproporcionada» acción

Calderón exige a las autoridades estadounidenses una investigación sobre la «desproporcionada» acción

Un niño mexicano de 14 años murió el lunes en la fronteriza Ciudad Juárez, tiroteado por un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, en una acción que México condenó por «desproporcionada» y pidió investigar. Unos aseguran que el agente y el niño estaban en territorio estadounidense, y otros, que ambos se encontraban en el Estado de México.

El presidente Felipe Calderón dijo que la muerte, la segunda de un compatriota suyo en un paso fronterizo en una semana, merece «la más enérgica condena» y reiteró «su rechazo al uso de la fuerza desproporcionada por parte de autoridades migratorias de EE.?UU. en la frontera».

Calderón adelantó que pedirá a Washington investigar «a fondo lo sucedido y castigar a los responsables». Por su parte, el Departamento de Estado norteamericano lamentó la muerte del joven y argumentó que el agente abrió fuego después de que su patrulla, que iba en bicicleta, fuera agredida a pedradas en un puente que une a El Paso (Tejas) con Ciudad Juárez.

Sin embargo, la cancillería mexicana señaló que los casos de mexicanos muertos o heridos por el uso de la fuerza de las autoridades migratorias estadounidenses «se han incrementado, al pasar de cinco en el 2008, a 12 en el 2009, y a 17 en lo que va del presente año».

La muerte del niño tuvo lugar una semana después de la de otro mexicano, de 42 años, a causa de una severa paliza propinada por agentes de la Patrulla Fronteriza en San Diego (suroeste de Estados Unidos).

En el caso del menor Sergio Adrián Hernández Güereca, sus padres denunciaron que fue asesinado en territorio mexicano, y aseguraron que no tenía ninguna intención de cruzar ilegalmente a Estados Unidos, como intentan cada año cerca de medio millón de personas.

El muchacho acudió al puente para comer con un hermano que trabaja allí. Después «se fue a la orilla del río a asomarse a ver al otro lado. Había muchos chavales y el de la migra andaría drogado o no se qué. El caso es que empezó a disparar y le dio dos tiros en la cabeza al niño, a mi bebé», relató el padre, Jesús Hernández. «Quiero que se haga justicia, nada más», añadió.

«Le tiró a quemarropa»

«Dice que no se dio cuenta de que era un niño. ¡Cómo no, si lo tenía enfrente! Él le tiró a quemarropa, estaba a su lado, dijo la madre. Además, descartó que su hijo fuera quien apedrease el lunes a los patrulleros fronterizos. Afirmó que el pequeño solo presenciaba los hechos, escondido, del lado mexicano cuando fue víctima del disparo que acabó con su vida. «El error de mi hijo fue sacar la cabeza para mirar para el otro lado y le pegaron en la frente, en los ojos», dijo el padre.

El presunto autor de los disparos fue apartado de forma temporal de su cargo, mientras el FBI investiga el suceso, declaró Lou Patch, portavoz de la Patrulla Fronteriza en El Paso.

Por su parte, Amnistía Internacional exigió ayer una investigación completa, imparcial y transparente de la muerte del menor.

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