Un grupo de entre 30 y 40 inmigrantes recluidos en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona iniciaron el domingo una huelga de hambre, informó ayer SOS Racisme. La protesta, según la oenegé, se lleva a cabo por «las malas condiciones en que viven los inmigrantes en este centro y por una situación de creciente tensión interna», a raíz del suicidio de un interno el pasado 13 de mayo. La entidad Derechos y Papeles para Todos convocó una concentración ayer por la tarde frente a las puertas del CIE.
La Policía Nacional negó ayer categóricamente la existencia de una huelga de hambre. Según las fuentes policiales, se trata solo de «casos puntuales» de internos que se han negado a aceptar alguna de las comidas del día. Una fuente policial ironizaba al afirmar que, posteriormente, estos inmigrantes adquieren alimentos de una máquina expendedora de productos, en el CIE.