ELECCIONES LEGISLATIVAS EN UN PAÍS EUROPEO

Holanda va a las urnas con un tercio de los votantes indecisos

Socialdemócratas y liberales, favoritos ante los centristas del presidente Balkenende El debate sobre la economía ha aparcado la inquietud por la inmigración

El Periodico, EDWIN Winkels, 09-06-2010

Los holandeses están confusos, indecisos. En las elecciones generales que se celebran hoy participarán 18 partidos políticos. Al menos 11 tendrán representación en un Parlamento siempre muy fragmentado que tradicionalmente ha obligado a formar gobiernos de coalición. Pero ¿a qué partido hay que votar? Y, sobre todo, ¿en qué coalición participaría ese partido?
Una página web, Stemwijzer (indicador de voto), ha recibido ya tres milones de visitas. En ella, se plantean 30 cuestiones al internauta y, según sus respuestas, recibirá un consejo imparcial sobre qué partido defiende mejor sus ideas.

Aparentemente, la página no ha podido aclarar todas las dudas. Según los últimos datos, unos tres millones de holandeses (una tercera parte de los electores) aún no tiene decidido su voto. Y de los que ya saben a quién van a votar, nada menos que la mitad lo hará a un partido diferente al de los comicios del 2006. Será una jornada electoral con un pequeño terremoto, con muchos perdedores y ganadores, con unos resultados que reflejarán las continuas convulsiones que sufren los electores holandeses desde hace ocho años a la hora de afrontar las urnas.

ASESINATO DE FORTUYN / Todo cambió en el 2002 cuando irrumpió en la escena política el populista Pim Fortuyn con un discurso duro contra la inmigración. Recogió mucho voto descontento de los tres mayores partidos tradicionales (democristianos, socialdemócratas y liberales), que siempre habían dominado el Parlamento y se habían ido disputando el poder. El asesinato de Fortuyn, una semana antes de las elecciones, dio aún más escaños a su partido que, sin embargo, duró poco en el Gobierno y ahora ha desaparecido casi del todo. Pero, desde entonces, la política holandesa se ha convertido en una montaña rusa en la que ningún Gobierno de coalición logra terminar su mandato. En las encuestas un día arrasan los socialistas, al siguiente sube como la espuma la extrema derecha de Geert Wilders y después dominan los conservadores liberales del VVD, como ocurre ahora.

DESGRAVAR POR LA HIPOTECA / Más que votar por un partido concreto, los holandeses piensan ya en la coalición saliente de las elecciones, para la que se necesitarán al menos tres partidos. Mientras la cuestión de la inmigración ha descendido a un segundo plano, son los asuntos económicos los que han dominado los debates de los líderes.

El tema estrella, y el que más separa la izquierda de la derecha, es si eliminar o no la desgravación fiscal por la hipoteca. Holanda siempre ha sido un país con más viviendas de alquiler que de compra, pero la relación de 80-20 de antaño se ha convertido en un 50-50, por lo que el tema afecta cada vez a más electores.

Otros asuntos que dividen a unos y unen a otros son la reducción o no de los subsidios de desempleo (la tasa de desempleo es solo un 5,3%), la jubilación a los 67 años y algunas otras medidas para reducir el déficit. Todos los partidos asumen que tendrán que reducirlo entre unos 10.000 y 20.000 millones de euros.

El debate económico ha engullido el discurso antiislamista y antiinmigratorio de Wilders y ha recuperado la clásica batalla entre progresistas (PvdA) y conservadores (VVD). Los últimos han tomado una ligera ventaja en los sondeos y los centristas del presidente Balkenende perderían la mitad de sus escaños.

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