La Audiencia Provincial de Ciudad Real condenó a un policía nacional a cuatro años de prisión por un delito de abuso sexual a una inmigrante que había sido detenida. Los hechos ocurrieron a finales de junio de 2008 en los calabozos de la Comisaría de la ciudad. La sentencia considera probado que el agente, de 54 años, obligó a mantener relaciones sexuales a una joven de origen paraguayo que había sido arrestada por estancia irregular en España.

Durante el juicio, el policía aseguró que la joven fue quien inició la relación sexual como agradecimiento por haberle dejado utilizar un teléfono, una versión que difiere de la aportada por la denunciante. Según ésta, el hombre accedió a su celda y le comunicó que iban a trasladarla a otra. Al llegar a un cuarto, según relató la mujer, el agente abusó de ella mientras le decía que no se preocupara porque le habían hecho la vasectomía. Horas más tarde, la detenida denunció los hechos y el policía ingresó en una prisión durante un mes hasta que pagó una fianza de 6.000 euros.

La sentencia de la Audiencia de Ciudad Real obliga al policía a ingresar de nuevo en la cárcel para cumplir una condena de cuatro años, inferior a los ocho que pedía la Fiscalía y superior a los dos años que, como máximo, solicitaba el letrado de la defensa. La resolución judicial, que ha tenido en cuenta las pruebas de ADN y el testimonio de otra detenida, también condena al policía a una inhabilitación de cuatro años para ejercer de agente de la autoridad o vigilante de seguridad y le prohíbe aproximarse a la víctima a menos de 400 metros y comunicarse con ella durante cinco años.