recurren al Consistorio
Más de 200 prostitutas de Bilbao recurren al Ayuntamiento para abandonar las calles
El trabajo y la formación lideran el millar de demandas que la asociación Askabide recibió en 2009
Deia, , 29-05-2010BILBAO. En el Ayuntamiento, en los distritos, y en la calle se habla desde hace un mes de la nueva ordenanza de uso del Espacio Público y de su polémico punto sobre las prácticas sexuales en la calle. Políticos, vecinos y asociaciones protagonizan este debate en el que las mujeres que ejercen la prostitución no han dado su opinión abiertamente. Su situación social y económica hace que “tengan otros problemas más importantes de los que preocuparse”, señala Marian Arias, de Askabide, asociación que trabaja con estas mujeres para mejorar su situación. “Hacer prácticas sexuales en la calle es muy peligroso. Si tienen que prohibirlo que lo hagan, los pisos y los clubes te dan una protección”, dice Cati, una joven que a penas lleva un año ejerciendo la prostitución, pero que ya posee el suficiente conocimiento sobre este mundo como para poder opinar.
Alrededor de 313 mujeres ejercen la prostitución en la calle Cortes en estos momentos. La mayoría no tiene estudios, pero los datos reflejan que hay un número importante (33) que tienen titulación media o superior; 46 acreditan Graduado Escolar y 48, Bachillerato. Quizás este nivel académico explique el porqué algunas de ellas (216) han acudido a Askabide solicitando un puesto de trabajo que las aleje de las calles o bien se han interesado en realizar cursos de formación. Sin embargo, la asociación tiene demandas que ponen a las claras las penosas condiciones en las que se encuentran estas mujeres. Muestra de ello son las peticiones de ropa y alimentos (72), de un café (180) o de preservativos (185).
“Estoy ahorrando dinero para volver a la República Dominicana y cuando regrese será para trabajar en una residencia de ancianos y abandonar esto”, confiesa Marisa, una joven que lleva tan sólo dos días en Bilbao en la calle Cortes; tiempo suficiente para saber que no le gusta este mundo. Pero las circunstancias económicas, según dice, le han llevado a esta situación. “Tengo tres bebucos allá en la República de 15, 10 y cuatro años y ya paré”.
“La vida de las personas que ejercen la prostitución transcurre ajena a los debates políticos y sociales que nos empeñamos en mantener en torno a ellas, pues las necesidades y prioridades que tienen las personas que ejercen la prostitución son más primarias que el aceptar o no esta realidad. Se trata de necesidades económica, dificultades para acceder a una vivienda, problemas sanitarios, alejamiento de la familia a consecuencia de la inmigración, soledad, inseguridad…”. Es una de las conclusiones más rotundas de la memoria que ha realizado Askabide.
El concejal de Acción Social, Ricardo Barkala, destaca en este sentido la importancia que tiene la ayuda que desde el Ayuntamiento se les presta para que en un futuro puedan encontrar un trabajo y acceder a unos servicio. “Este colectivo de mujeres presenta un importante desconocimiento de los recursos sociales, sanitarios y legales que existen a su disposición y siguen planteando una dificultad de acceso a ellos por la falta de información y miedo fundamentalmente”.
El perfil de la persona que ejerce la prostitución en Bilbao sigue siendo mayoritariamente el de una mujer joven – de 35 años e inmigrante (60% de América Latina) – , en situación de irregularidad administrativa y con cargas familiares en sus países de origen.
Durante 2009, el centro de acogida ha prestado atención a 313 personas de las que 114 sólo tenían ente 1 8 y 29 años, 140 tenían entre 30 y 44 años y más de 45 años 55 mujeres. También fueron atendidas 4 chicas de entre 14 y 17 años, aunque en este caso se trataba de jóvenes del entorno pero no prostitutas.
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