Los inmigrantes sacan nota en el programa de empleo de Cáritas

Las iniciativas para generar trabajo de Cáritas en la provincia tinerfeña fueron seguidas en 2009 por 1.780 personas, de las que 152 lograron insertarse en la sociedad, el 52% de ellas, inmigrantes. Además, en la provincia oriental, la entidad registró un total de 815 desempleados en los mismos proyectos y 114 consiguieron trabajo.

El Día, , 24-05-2010
DORY MERINO, Tenerife

Cáritas en la provincia tinerfeña atendió en 2009 a 1.780 personas en los programas de empleo, de las que 152 lograron insertarse en la sociedad a través de un trabajo, el 52% de ellas, inmigrantes.

Asimismo, en la provincia de Las Palmas, la entidad registró un total de 815 personas en el programa de empleo e invirtió para ello un total de 210.385 euros.

En la provincia oriental han sido 114 las personas que han logrado acceder a un puesto de trabajo.

Además, en los cuatro primeros meses de 2010 han sido otras 22 las personas de la provincia tinerfeña que han logrado trabajo, entre las que figuran cuatro inmigrantes.

En los próximos días se dará a conocer la memoria anual de la entidad de la Diócesis Nivariense, con la totalidad de los proyectos llevados a cabo en la provincia tinerfeña, así como de sus beneficiados.

El programa de empleo de Cáritas consigue que personas desfavorecidas y abocadas a la exclusión social logren salir adelante, algo difícil en estos momentos de crisis económica, máxime para los inmigrantes.

Cáritas también gestiona en Tenerife un proyecto específico para dar cobertura social a los niños de los cayucos que tienen que abandonar los recintos de acogida del Gobierno cuando cumplen los 18 años.

Se trata del Proyecto Ben, un centro de 16 plazas, donde se atiende a estos jóvenes mientras logran insertarse en la sociedad mediante un trabajo.

Cáritas en la Provincia de Santa Cruz de Tenerife invirtió 949.640 euros en los programas para la inserción laboral de 2009.

Casi el 75 % de las personas atendidas son inmigrantes (de ellos, el 63% proceden de países extracomunitarios) y casi el 61% son mujeres.

Mujer, inmigrante y joven

La memoria refleja que el perfil mayoritario de los usuarios es el de “Mujer, inmigrante, joven y con estudios básicos”.

En cuanto a tramos de edad, el 35% de las personas atendidas tienen entre 25 y 35 años, y otro 31% entre 36 y 45 años. Es decir, el 76% de los usuarios del programa de empleo de Cáritas tiene entre 25 y 45 años.

Por niveles formativos, casi el 75% tiene estudios básicos, el 17% estudios secundarios, el 5% han cursado bachillerato o formación profesional y el 1,3% son universitarios.

Cáritas apuesta por una intervención social que contribuya a la reducción del desempleo, por ser la fórmula eficaz para lograr la inserción social.

Este es el objetivo del programa de empleo de Cáritas, donde se han desarrollado estrategias adaptadas a las personas, de acuerdo al modelo de inserción laboral de Cáritas, basado en la participación de las personas como protagonistas de sus propias vidas, en el que los principales ejes de intervención son los servicios de acogida y orientación laboral, los programas de formación para el empleo, el trabajo de intermediación laboral y la generación de empleo social.

Propuestas públicas

La propuesta de Cáritas a las administraciones públicas se resume en cuatro grandes bloques: la puesta en marcha de programas reales y efectivos para estimular el empleo juvenil, que permitan atajar la especial sangría que la destrucción de empleo está generando en los jóvenes; el desarrollo de cláusulas sociales para apoyar proyectos de inserción laboral; la derogación del real decreto 1424/85 sobre trabajo doméstico para avanzar en la dignificación del empleo en este sector y el apoyo a procesos de inclusión laboral para los colectivos en situación social más precaria.

En el desarrollo del programa de empleo de Cáritas juega un papel primordial el Programa Operativo de Lucha contra la Discriminación del Fondo Social Europeo, de cuyos fondos para el período 2007-2013 es finalista esta entidad, junto a otras españolas.

Este apoyo económico, dada la incidencia de la precariedad social en las personas más vulnerables, se suma al de otras instituciones públicas y al de numerosos donantes privados.

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