Correa va a cumbre de la región y UE ratificando que no firmará el TLC

El Universo, 18-05-2010

Ecuador arriba a la VI Cumbre Unión Europea – América Latina y Caribe (UE – ALC) convencido de que “escasos” serán los avances que puedan concretarse en la cita que hoy se inaugura en la capital española.

El canciller Ricardo Patiño incluso teme que se produzcan retrocesos en asuntos sensibles como la inmigración. En las negociaciones que precedieron al encuentro, que reúne a sesenta gobernantes de los dos lados del Atlántico, no ha resultado fácil “avanzar en una posición progresista”.

Esa nueva era en las relaciones UE – ALC que se consagrará en los denominados ‘Documentos de Madrid’ genera escepticismo en la delegación ecuatoriana, a la que ayer se unió el presidente de la República, Rafael Correa.

Por vez primera en una Cumbre birregional se adoptará un programa de trabajo que garantice la continuidad de los objetivos e iniciativas aprobadas, con el fin de responder a situaciones que afecten a los intereses de los países.

Uno de los asuntos que centrará el debate será el de la crisis económica. Ecuador propondrá la creación de nuevas instituciones financieras como el Banco del Sur, en detrimento del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que, en opinión de Patiño, “han generado crisis de gobernabilidad en los países”.

Según él, la nueva estructura financiera dará “medidas anti – cíclicas que permitan superar las crisis”.

España aspira a que Ecuador relance formalmente las negociaciones para la firma de un acuerdo de asociación con el bloque. Patiño habla de la necesidad de fomentar “acuerdos integrales para el desarrollo”, pero “jamás” Tratados de Libre Comercio (TLC).

Si bien en la Declaración final de la Cumbre se incluirá alguna referencia a la situación de los inmigrantes, escasas son las probabilidades de que la UE ratifique, como pretende Correa, la Convención Internacional sobre los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus Familiares (documento aprobado por las ONU en 1990).

Enrique Iglesias, titular de la Secretaría General Iberoamericana, cree que sería suficiente con reivindicar la Declaración de la XVI Cumbre Iberoamericana de Montevideo, del 2006. En el texto, añade, “aparece claramente identificada la importancia de las migraciones internacionales y el respeto a los derechos humanos”.

Juan Pablo de la Iglesia, secretario de Estado para Iberoamérica de España, entiende que la inmigración “ni tiene un tratamiento fácil ni consigue, en ocasiones, que las posturas de los países latinoamericanos y europeos coincidan, pero existe un amplísimo margen para entendernos”. Esto, por el reconocimiento de los derechos e igualdad, dice.

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