La revisión de las cámaras del metro, clave para detener a los asesinos
El Correo, , 17-05-2010La revisión de las grabaciones tomadas por las cámaras de seguridad de la boca del metro de Elkano se antoja como una de las principales claves que maneja la Ertzaintza para atrapar a los asesinos de Adrián Apaza, acuchillado mortalmente en la madrugada del sábado en Barakaldo. La unidad de investigación se está esmerando en analizar cada detalle de esas imágenes, en las que quedó reflejada la agresión a los dos jóvenes de nacionalidad boliviana, en busca de pistas que permitan acelerar las pesquisas e identificar a los culpables. Mientras, el hermano de la víctima se recupera de sus heridas e incluso ayer pudo ya levantarse de la cama del hospital de Cruces, apenas 24 horas después de debatirse entre la vida y la muerte.
Rodrigo Apaza, de 22 años, sufrió dos profundos cortes en el abdomen y tuvo que ser intervenido de urgencia. «Gracias a Dios todo ha salido bien y hoy – por ayer – le han quitado las sondas. Incluso se puede mover por la habitación sin problemas», explicaba ayer a este periódico el padre de ambos, Augusto Apaza.
La familia confía en que «pronto» le den el alta, aunque todavía tendrán que esperar. Ayer le hicieron varias radiografías en la zona afectada y hoy será sometido a diversos análisis «antes de que nos den los informes médicos que nos permitan hacernos una idea de cuándo podrá volver a casa».
Augusto mantiene la entereza «porque ahora no es momento de venirse abajo». Ya tendrá tiempo de llorar a su otro hijo. Su prioridad ahora, aparte de la recuperación de Rodrigo, es que los autores del asesinato de Adrián «paguen con la cárcel lo que han hecho».
De momento, la Policía autonómica no le ha notificado ningún avance significativo en la búsqueda de los dos autores de la agresión que, según le dijo su propio hijo, podrían ser de origen magrebí. El joven ha declarado ya tres veces ante los agentes. «Incluso ha identificado a uno de ellos y se sigue la pista a varios sospechosos, pero de momento no han cogido a nadie».
Recogida de huellas
Responsables del Departamento de Interior confirmaron ayer que, por ahora, siguen abiertas todas las líneas de investigación. Los agentes han vuelto a analizar las grabaciones de las cámaras de seguridad del suburbano que, según el padre, «no permiten apreciar al 100% a los culpables». Los investigadores también siguen procesando las huellas tomadas en el lugar del crimen. Incluso desmontaron los contenedores de basura más cercanos en busca del arma homicida.
La Policía autonómica mantiene como hipótesis principal el intento de atraco, aunque tampoco descarta otras opciones. Fuentes de la Ertzaintza ya apuntaron el sábado que «los incidentes podrían haberse iniciado con anterioridad en un bar».
Los agentes han tomado declaraciones a posibles testigos presenciales e incluso a hosteleros de la zona. El objetivo es, en este sentido, confirmar la versión de la víctima de que los dos jóvenes fueron atracados y no se vieron involucrados en una refriega por otros motivos. No en vano está probado que ambos se quitaron los cinturones para utilizarlos como armas, en principio, para defenderse de la agresión, aunque podrían descubrirse otras motivaciones.
La zona de copas donde ocurrieron los hechos quedó ‘tomada’ por las fuerzas de seguridad la noche del sábado. Los clientes de los establecimientos hosteleros tuvieron que convivir con un operativo mixto entre la Guardia local y la Ertzaintza. Varias furgonetas policiales estuvieron durante horas emplazadas en la misma plazoleta donde Adrián Apaza perdió la vida.
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