POR E. J. BLASCO CORRESPONSAL

LONDRES. Los once puntos del programa de coalición integran muchas medidas que conservadores y liberal – demócratas proponían en parecidos términos, como la cancelación de los planes para la tercera pista de Heathrow y la no creación de un documento nacional de identidad. Pero el pacto ha supuesto también la renuncia a respectivas propuestas estrella de la campaña electoral. Las concesiones de los «tories», que ven respetadas las líneas rojas marcadas por Cameron desde el principio, abundan en el apartado fiscal. Las de sus socios se refieren sobre todo a sus medidas más extremas.

Los «tories» aceptan que la legislatura, que es de cinco años, deba agotarse sin que el primer ministro pueda usar el adelanto electoral como estrategia electoral para consolidar una mayoría absoluta en unas hipotéticas elecciones. Así, los próximos comicios serían en mayo de 2015. El mandato fijo sólo podrá alterarse si el 55 por ciento de los Comunes acepta adelantar las elecciones.

En el pacto alcanzado entre «tories» y liberal – demócratas existe el compromiso además para convocar un referéndum sobre el sistema electoral de «voto alternativo», aunque el Partido Conservador hará campaña en contra. Estos también aceptan que se evolucione hacia una Cámara de los Lores – Cámara Alta en el Reino Unido – parcial o completamente elegida mediante representación proporcional.

En el campo fiscal, los conservadores renuncian a su plan de no elevar un 1 por ciento la cotización a la Seguridad Social y también desisten de subir el umbral del impuesto de sucesiones al millón de libras.

Logran mantener el plan de ayuda fiscal de 150 libras para matrimonios y uniones civiles, pero los liberal – demócratas se abstendrán en la votación de los Comunes. Aceptan la exención fiscal para las primeras 10.000 libras de ingresos.

Sin impuesto de mansión

Los liberal – demócratas desisten de su propuesta de amnistía para los inmigrantes ilegales y aceptan restablecer topes anuales para la la inmigración de fuera de la Unión Europea. También retiran su veto a la renovación del Trident, el programa de submarinos con armamento nuclear, una de las posiciones que más votos restó a Clegg en las elecciones, según los analistas.

En cuanto a Europa, renuncian al euro en toda la legislatura y aceptan limitar la aplicación de la directiva comunitaria sobre horarios laborales. Se comprometen a un referéndum sobre nuevos tratados. En la fiscalidad, el partido de Clegg acepta el recorte este mismo año de 6.000 millones de libras en el gasto público y retira la propuesta del «impuesto sobre mansiones» para propiedades de más de dos millones de libras.