LOS investigadores policiales aseguran que poner nombres a sus operaciones no es un capricho sino un modo de trabajo, “una forma de recordar todos qué se está investigando”. Son ellos quienes deciden la palabra clave a partir de unos requisitos: no se pueden utilizar nombres propios, ni de marcas, ni profesiones, ni domicilios.
“Se busca una palabra que esté relacionada con lo que estás investigando para que la investigación se te venga a la cabeza enseguida”, dicen desde la Guardia Civil. “Mucho antes se recuerda esa palabra que un número de expediente”, añaden. Aquí están los ejemplos.

Brochas (atraco a banco) La Guardia Civil arrestó este febrero a dos hermanos por un atraco a una entidad bancaria de Mélida en enero. Tras el asalto, los hermanos habían huido a Extremadura, regresando uno a Navarra a los días y viajando el otro a Ibiza. Pero desde el primer momento la Guardia Civil tuvo más o menos claro que eran ellos los autores. “Sabíamos que la profesión de uno era pintor, de brocha gorda, y de ahí surgió el nombre”. Además, los hermanos vestían un buzo de trabajo cuando atracaron el banco.

Filipo (asesinato) Los narcotraficantes habrían podido elaborar 100 kilos de droga (un millón de rayas) con los 22 kilos de cocaína pura y la base líquida de esta droga llegados desde Colombia y la República Dominicana y las sustancias adulterantes y de corte que poseían. Pero cometieron un asesinato en Cintruénigo, el de un argelino que ostentaba un puesto relevante en la organización, y aquello precipitó las detenciones, 16. Esta investigación de octubre de 2007 se llamó Filipo porque en la organización llamaban a la víctima con el apodo de Philip.

Basiano (robos) Tres hombres de la Europa del Este fueron detenidos este abril acusados de 54 robos en empresas, gasolineras, bodegas y bares de la Ribera por el procedimiento del butrón. Entre los delitos que les imputó la Guardia Civil se encontraba una oleada de robos ocurrida en febrero en Murchante. Aunque no había sido asaltada, fue una bodega la que dio el nombre a la operación “por ser famosa”.

Harrag (inmigración) Tras más de un año de actividad ilícita, la Guardia Civil desarticulaba este febrero una red que se dedicaba a falsificar documentación para inmigrantes irregulares, que llegaban a pagar entre 5.000 y 15.000 euros. Con núcleo en Navarra, fueron detenidas 23 personas en la Comunidad foral, Murcia, La Rioja y Cáceres. El nombre de la operación es una palabra árabe que significa mafia, “como la que tenían montada los integrantes de la red”. Parte de sus miembros eran árabes, como todas sus víctimas.

Caballo de Troya (atraco) Cuenta la leyenda que los griegos lograron acceder a Troya con un engaño: hicieron creer a los troyanos que era una ofrenda para una de sus diosas un enorme caballo de madera, cuando en realidad el artilugio se había convertido en el escondite de un selecto grupo de soldados griegos, que se hicieron con la ciudad en cuanto el caballo fue introducido. Los troyanos no sospecharon de la ofrenda. Pero sí la Guardia Civil de la actitud del cliente de un banco de Olite atracado en septiembre de 2009: de las imágenes de la cámara de seguridad y de las declaraciones del resto de clientes y empleados los investigadores obtuvieron que el cliente hablaba con el atracador, se mantenía próximo a la puerta pero no huía aunque podía hacerlo, se mostraba vigilante hacia el exterior y franqueaba la puerta al atracador, que se olvidaba de él mientras retenía a los otros clientes y empleados. El cliente resultó ser un compinche del atracador. Los dos fueron arrestados. El botín había sido de 25.000 euros.

Banic (robos con fuerza) La Guardia Civil detuvo en noviembre de 2009 a los siete rumanos de una banda organizada que había delinquido en el norte de España y que en Navarra había robado máquinas tragaperras en Estella, Lodosa y Viana. Llamarle Banic a la investigación surgió del arresto por robo de dos hombres poco después de producirse los de las máquinas tragaperras. "Nos centramos en estas dos personas porque su “modus operandi” era similar al de los delincuentes de las máquinas tragaperras". Uno de aquellos dos hombres se apellidaba Banicut. Y como sospechaban los agentes, resultó ser también autor de los robos de las tragaperras.

Migraña (robos) “Aquella noche se convirtió en un dolor de cabeza muy grande por la de delitos que se cometieron”, recuerda uno de los investigadores de la oleada de robos que se produjeron del 13 al 14 enero de 2009: robo de vehículos, robos en garajes, en casas con sus moradores dentro por Lerín, Andosilla, Berbinzana, Murillo El Fruto, Cárcar… Los delincuentes repitieron la misma operación la noche siguiente, 21 hechos delictivos en los dos días. La Guardia Civil arrestó nueve meses después a cuatro personas por su implicación. Les imputó la sustracción de cuatro vehículos y los robos en once garajes y cuatro domicilios.

Trato (pornografía infantil) Una investigación iniciada en Navarra por la Guardia Civil contra la pornografía infantil por teléfonos móviles mediante mensajes de texto, imagen y vídeo se saldó en mayo de 2009 con 15 detenidos. La operación había comenzado el año anterior, en octubre, al denunciar una persona en el cuartel de Tafalla que había recibido en su móvil un mensaje con la fotografía de dos menores desnudas. El mensaje llevaba un texto que ofrecía un trato: “Te mando más fotos si me recargas el teléfono móvil”. Y el receptor del mensaje lo denunció.

Cavernas (robos) Se denominó así la operación porque los investigados por la Guardia Civil escondían en las cuevas de Valtierra los objetos robados en obras de construcción, casas, casetas de campo e interior de vehículos. Las primeras denuncias fueron de septiembre de 2009. Procedían de localidades de las comarcas de Estella, Tafalla y Tudela. Se arrestó a 13 personas.

Membrillo (pornografía infantil). El guardia civil envió con su móvil un mensaje en el que simuló estar interesado en recibir en su teléfono pornografía infantil. Y consiguió su objetivo: logró contactar con un vecino de Gijón, que resultó ser el supuesto productor de imágenes con niños y niñas de menos de 10 años. Ocurrió a finales de 2006, después de que un vigilante de seguridad denunciara en el puesto de Tudela que había recibido en su móvil un archivo pornográfico. Un año después habían sido detenidas en 22 provincias, 40 personas, entre ellas el vecino de Gijón. Y la operación se llamó Membrillo porque el guardia civil infiltrado envió al vecino de Gijón una fotografía de este fruto con un filtro de iluminación especial, lo que hizo que en lugar de un membrillo parecieran unas nalgas. El vecino de Gijón picó.

Gavilanes (droga).En octubre de 2005 la Guardia Civil inició una investigación contra el tráfico de drogas en Tierra Estella y parte de la Ribera. Aquellos comienzos supusieron vigilancias a sospechoso de formar parte de la red que comercializaba la droga. Uno de aquellos sospechosos daría, sin saberlo, el nombre a la operación: solía llevar un sombrero tipo cowboy, como los actores del culebrón sudamericano “Pasión de gavilanes”, de moda en aquellas fechas. El sospechoso sería detenido meses después, en marzo, junto a otras diez personas.

Kao (droga). Los investigadores decidieron el nombre de la operación cuando detectaron al objetivo en Barañáin y vigilaron sus movimientos. Resultó ser un individuo que reaccionaba de forma violenta, con amenazas de muerte y agresiones, si los consumidores o distribuidores de la droga que él les facilitaba no le pagaban cuando él decía. Investigarle supuso arrestar a otras 26 personas en septiembre de 2009. Formaban un grupo que operaba en Barañáin y Pamplona y que tenía ramificaciones en Burgos, Málaga, La Rioja y Vizcaya.

Marqués (droga) Cuando a principios de 2006 la Policía Nacional decidió investigar a un grupo de hombres al sospechar que se dedicaban al tráfico de drogas en el norte de España descubrió que uno de ellos utilizaba una muletilla para dirigirse a otros miembros de la organización: a todos les llamaba “marqués”. Resultó ser el cabecilla del grupo, y fue encarcelado junto a sus siete compinches.

Chatarra (droga) El viaje para los dos conductores había sido bueno: se encontraban a 15 kilómetros de Pamplona y no habían tenido ningún contratiempo en el trayecto iniciado en Madrid. Pero ninguno de los dos, ni el pamplonés que hacía de lanzadera ni el marroquí que le seguía a distancia prudencial según lo acordado, habían sido conscientes de que la Policía Nacional les vigilaba porque sabía que uno de los coches llevaba droga oculta en los huecos de la carrocería (de ahí chatarra). El viaje acabó en Zuasti. Los agentes descubrieron 47 kilos de hachís donde imaginaban. Ocurrió hace dos años.

Lucifer (fraude) Simple y llanamente, el principal investigado, un vecino de Pamplona de 39 años, “era malísimo”. Y por eso la Policía Nacional llamó Lucifer a la operación conjunta con la Agencia Tributaria contra el fraude a Hacienda: se consideró a siete detenidos miembros de una red de importación de vehículos de alta gama que en tres años, de 2005 a 2008, habría defraudado a Hacienda 25 millones de euros al no pagar el IVA.

Garfio (droga) Del camello de Pamplona que tenía 55 gramos de cocaína al proveedor que guardaba 25 kilos de esa droga en un congelador de su chalé de Valencia. Así podría resumirse una operación de la Policía Nacional que a principios de 2009 se saldó con 32 detenidos y con envíos de cocaína procedentes de Costa Rica, Santiago de Chile y Argentina interceptados. Uno de aquellos arrestados, una mujer, había dado el nombre a la operación al comenzar a investigarla. Se llamaba Wendy, como la niña de Peter Pan y el capitán Garfio.

Sartén (estafa) La denuncia de un empresario navarro en octubre de 2009 llevó a la Policía Nacional a Andalucía para investigar si había empresas que compraban facturas falsas para defraudar impuestos a Hacienda. Se movieron por una decena de localidades, una de ellas Écija, conocida como la sartén de Andalucía por ser el lugar donde se registra una mayor subida de la temperatura en verano.

Merlin (butrones) La Guardia Civil sospechó de los ciudadanos rumanos que compraban en el centro comercial Leroy Merlin de Cordovilla guantes de trabajo y mazas y hachas que suelen emplearse para robos en empresas. Era octubre de 2004, y unas mazas y hachas similares se encontrarían al mes en una empresa de Lekunberri asaltada mediante el butrón. La investigación que iniciaron entonces culminó a los cinco meses con la desarticulación de un grupo al que se imputó siete delitos mediante el butrón.

Reata (droga) La Policía Nacional desarticuló a principios de este año en Pamplona una organización de tráfico de cocaína en Pamplona y la comarca. “Tenía tejida una amplia red por todo el territorio nacional para adquirir la droga, introducirla en Pamplona a través de correos humanos (”mulas") y venderla". Durante la investigación, los agentes detectaron distintas mulasque hasta en seis ocasiones trataron de introducir la droga sin ser detectadas. Sus detenciones en cadena dieron el nombre a la operación.

Pastel (droga) Cuando los guardias civiles supieron que pastelero era la profesión del principal objetivo de la investigación contra el trapicheo de drogas que estaban iniciando en octubre de 2006 pusieron el nombre a la operación. El resultado se conocía al siguiente marzo: 16 detenidos en la cuenca de Pamplona y la zona media de Navarra.

Sansón (anabolizantes) ¿Quién no sabe que Sansón era en el Antiguo Testamento un hombre con una fuerza descomunal si no se cortaba el pelo? Pues fue el nombre de la investigación que inició la Guardia Civil en agosto de 2006 en gimnasios de Pamplona por venta ilegal de medicamentos (sustancias anabolizantes y esteroides) llegados desde laboratorios de Portugal y Argentina. Hubo cuatro arrestos.