Sanitarios y guardias civiles en la puerta del centro de salud donde atendieron a los heridos. :: I. MATEO

Ayer era la tarde de pago en casa de Pascual D., un empresario agrícola de Jumilla de 59 años. Desde primera hora de la tarde, una larga cola de trabajadores de sus fincas frutales, principalmente inmigrantes , aguardaba el cobro del salario frente a su vivienda, en la esquina entre las calles Jaime de Grañana y Eliseo Guardiola, en el barrio de San Juan de Jumilla. La misma dinámica cada quince días. Esperar en la puerta a ser llamado y recoger el ansiado sobre. Tocaba pagar y la vivienda olía a dinero.

Con el trasiego de entre 50 y 60 empleados a la espera del cobro, la entrada en la vivienda de dos encapuchados armados con armas de fuego y con una porra, un bate de beisbol y otro objeto contundente pilló a este empresario por sorpresa. Un tercer atracador, cómplice de estos ladrones, esperaba fuera del domicilio en un coche preparado para una rápida huida. Según fuentes del caso, Pascual podría tener en la vivienda en ese momento entre 50.000 y 60.000 euros para repartir a sus empleados. Dentro de la casa había seis personas más, según han explicado a ‘La Verdad’ algunos de los testigos del suceso.

Pese a la violencia de estos atracadores, este empresario se negó desde un principio a entregar el dinero y surgió un duro forcejeo, en el que este vecino recibió varios golpes, alguno de ellos en la cabeza con el bate de beisbol. El impacto le abrió una brecha en el cráneo, pero no le hirió de gravedad.

Según fuentes ligadas al caso, ante la agresión, los dueños de la vivienda buscaron refugio en una de las habitaciones. Allí se escondieron para proteger su vida. Según fuentes cercanas a la investigación, desde esa habitación, Pascual y el resto de testigos escucharon la detonación de un arma de fuego y después oyeron cómo los asaltantes huían a toda prisa del lugar. La Guardia Civil investiga desde ayer qué ocurrió detrás de la puerta de esta habitación.

Los ladrones escaparon de la zona a bordo de un automóvil, llevando consigo a uno de ellos, un hombre de nacionalidad magrebí, herido. Finalmente, Pascual logró su objetivo y los ladrones no consiguieron llevarse ni un sólo euro de botín.

Recobrada la calma, los testigos del suceso asistieron de inmediato al patrón, que fue trasladado al centro de salud para que fuera atendido de las heridas levez que le habían dejado los golpes de los atracadores. Los médicos asistían al empresario agrícola cuando, según algunos testigos, un Ford Mondeo se acercó a la puerta del centro de salud. Una de sus puertas se abrió, y desde su interior fue arrojado a la calzada un magrebí herido grave de un disparo en la espalda. Iba totalmente ensangrentado. Atracador y atracado se volvían a ver las caras.

Se teme por su vida

La Policía Judicial de la Guardia Civil tomó declaración anoche mismo al empresario en el centro de salud y ya está investigando lo sucedido para tratar de detener a las otras personas implicadas en el atraco.

El magrebí herido de un disparo llegó ya en estado grave al centro de salud y desde allí fue trasladado en una ambulancia al hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia, según informaron fuentes del Centro de Coordinación de Emertergencias de la Región. El herido ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) poco después de las 21 horas y, al cierre de esta edición, se temía por su vida.