Argelia mantiene libre al acusado de asesinar a su ex mujer en la Rambla

Las Provincias, ALICANTE., 08-05-2010

Aún no se ha cumplido un mes desde que Fátima Zohra Belhouari falleciera acribillada de un balazo en la nuca y su presunto asesino, su ex marido, ya camina libre. Así se deduce de la escueta información facilitada a la juez Carmen Méndez por las autoridades de Argelia, país adonde huyó Raouf Bouziane como polizón de un buque mercante después de dar esquinazo a la Policía en Almería. Según diversas fuentes próximas al caso consultadas por este diario, en esa documentación, cursada a través de la Interpol, se expone únicamente que el sospechoso se encuentra «localizado» y «bajo vigilancia», pero no preso, al tiempo que se solicita al Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Alicante que remita la causa para que pueda ser procesado allí.

La situación de Bouziane, sobre el que todavía pende una orden internacional de busca y captura, es la consecuencia lógica de la prohibición de extraditar a los ciudadanos propios que establece el convenio suscrito entre ambos Estados en diciembre de 2006.

Bouziane fue arrestado en Ghazaouet (noroeste de Argelia) por entrar ilegalmente en su país natal, supuestamente con un pasaporte falsificado, un delito menor a todas luces.

La Fiscalía, en un informe remitido el pasado jueves, ya ha expresado a la magistrada instructora su oposición a que ceda la jurisdicción sobre el caso. El Ministerio Público advierte de la gravedad de los hechos investigados – un delito de asesinato consumado, otro frustrado y un quebrantamiento de condena – y expone las dificultades que podría presentar el enjuiciamiento de los mismos en otro país.

Además, el fiscal manifiesta su temor ante la posibilidad de que el presunto asesino pueda eludir la acción de la Justicia argelina igual que hizo en España si goza de «libertad de movimientos», como así parece. «Los hechos son muy graves y hay que tener en cuenta que la cesión de la jurisdicción es definitiva, por lo que existe la posibilidad de que el acusado regrese y no podamos actuar contra él», señalan desde la Fiscalía.

La juez podría tomar una decisión al respecto la próxima semana. Todo apunta a que seguirá el criterio del Ministerio Público porque también lo respalda la acusación particular, ejercida por la madre de la fallecida, y no existe un abogado defensor personado en las diligencias que pueda oponerse.

En ese caso, Argelia no podrá enjuiciar el asesinato, pero el sospechoso tampoco podrá abandonar ese país con destino a ningún otro con un convenio de extradición bilateral con España so pena de ser arrestado. Ello es así porque la orden internacional de busca y captura puede mantenerse activa durante veinte años. Al término de ese plazo, el asesinato se declararía prescrito.

El fugitivo tiene arraigo en Alicante, donde regenta un restaurante de comida ‘kebap’, dispone de residencia legal permanente y tiene una hija en común con la fallecida de sólo 4 años. No es por tanto descabellado que intente regresar al cabo de un tiempo, cuando crea que todo ha pasado, cuando no sienta el aliento de la Justicia española sobre su cogote.

Casa quemada

La familia de Fátima denunció en Argelia que Bouziane había cumplido durante el último Ramadán la amenaza de quemar su casa. La Justicia argelina podría intentar procesarle y encarcelarle también por esos hechos, pero Bouziane tiene coartada: cuando se produjo el incendio, él estaba en España, según fuentes jurídicas.

Mientras tanto, el procedimiento abierto por el crimen perpetrado en el pub La Pirámide, en la Rambla Méndez Núñez de la capital, sigue su curso. La magistrada ya ha levantado el secreto del sumario y ha interrogado a varios testigos. No ha podido hacerlo aún con el joven marroquí que también resultó herido de bala al tratar de socorrer a Fátima. El chico, de 22 años y al parecer novio actual de la víctima, continúa ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General.

Un forense deberá examinarlo en los próximos días para que ver cuándo puede prestar declaración. De cualquier manera, los indicios y prueban que apuntan a la culpabilidad de Raouf son más que suficientes. La fallecida, de 25 años, se encontraba acompañada de sus hermanas en el local cuando su ex marido le descerrajó, supuestamente, un disparo en la nuca.

Según la información publicada por este periódico y que consta ahora en el sumario, dos compatriotas lo reconocieron en Almería una semana después del crimen. Le increparon porque sabían lo que había hecho e intentaron retenerle al tiempo que avisaban a la Policía. Pero el sospechoso les encañonó con una pistola y se dio a la fuga de nuevo. «Fue una lástima», admiten en el Palacio de Justicia de Benalúa. Sombras de duda planean ahora sobre el devenir del caso.

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