No es mi problema
Diario Sur, , 05-05-2010Jan Brewer es una dama madura, anglosajona de ojos azules y cabello rubio, que irradia ese inequívoco aire de ser el depurado logro de muchas generaciones ancladas en la clase dirigente, el desahogo económico y el conservadurismo más reaccionario. Quedaría bien en una mesa de postulación por el cáncer, en la calle Serrano de Madrid, flanqueada por Ana Botella y Esperanza Aguirre. No, mejor por la retirada Isabel Tocino. A Esperanza Aguirre le pega más estar soltando cañonazos en plan Agustina de Aragón, o como actriz de reparto con Gracita Morales y Lina Morgan en una de aquellas sorprendentes películas dirigidas por Mariano Ozores o Pedro Lazaga.
Jan Brewer es la gobernadora republicana del Estado de Arizona y ha conseguido llevar adelante una ley estatal que convierte la inmigración ilegal en delito penado con cárcel. Nada extraño en un Estado como Arizona, uno de los últimos en serlo, donde el exterminio de apaches y navajos – los oriundos; Brewer desciende de inmigrantes – no es tan remoto, son entusiastas de la pena de muerte y aparte del Gran Cañón hay muchísimos otros de calibres 38, 44 y 45. No parecen las mejores condiciones para la conciencia social, y sí para la reivindicación del individualismo excluyente y egoísta. Así lo constató la gobernadora cuando dijo que tenían que atajar con eficacia la inmigración ilegal – Arizona tiene una extensa frontera con México – . Un problema que Arizona no había creado. Es decir, que no era su problema y carecía de responsabilidad alguna respecto a las causas del mismo.
Las cosas no son así. Los ciudadanos no son responsables ni tienen culpa de las atrocidades y expolios de sus ancestros, aunque desde luego creo que pueden y deben asumir un cierto compromiso con el pasado, con la memoria histórica de verdad, a través del sentido de su voto hacia quienes consideran que los Estados y los gobiernos sí tienen esta responsabilidad que forja el transcurso de la historia. Un ejemplo de ésos que me delatan. Un militante actual del PNV no tiene la culpa de que Sabino Arana fuese un racista xenófobo, pero puede mostrarse crítico con su memoria. Sin embargo, su partido, sobre todo cuando gobernó, sí tiene responsabilidad en seguir venerando a semejante personaje. Arizona ha utilizado a espuerta mano de obra mejicana, explotada e ilegal, que ahora le sobra porque es demasiada. Y en mayor estructura, ¿puede acaso decir Estados Unidos que no es responsable en absoluto de la situación económica de muchos de los países latinoamericanos? ¿De esos países a los que ha mangoneado políticamente y ha chupado de sus recursos todo lo que ha podido? Pero soy un simplón. Ésta es una visión demagógica, propia de ese izquierdismo ‘progre’ que tan blando y trasnochado les parece a algunos de esos colegas, veteranos chaqueteros con el forro muy calado y el cartón al aire, tan realistas y en armonía con los tiempos que corren.
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